CIUDAD DEL VATICANO. El papa Francisco ha ordenado crear una comisión formada por cinco personas para reformar el Instituto para las Obras de Religión (IOR), el llamado banco del Vaticano.

 

La entidad tendrá como objetivo recoger información sobre la marcha del IOR para “llegar a una mejor armonización del instituto respecto a la misión de la Iglesia católica”, informó con una nota la oficina de prensa del Vaticano.

 

La realización de cambios en el IOR, envuelto desde hace años en numerosos escándalos financieros internacionales y acusado de falta de transparencia, era junto con la reforma de la Curia romana, dos de las decisiones que se esperaban en el pontificado del papa argentino.

 

La comisión estará presidida por el cardenal italiano Raffaele Farina y compuesto por el español Juan Ignacio Arrieta Ochoa de Chinchetru, que será el coordinador, por el cardenal francés Jean-Loise Pierre Tauran, la profesora estadounidense Mary Ann Glendon y Peter Bryan Wells, como secretario

 

La creación de la Comisión tiene fecha del 24 de junio y está ya trabajando en estos días, según la nota, y podrá dotarse de “colaboradores y asesores”, así como la “colaboración tanto de los dirigentes del IOR y de todo su personal”.

 

Según el documento de creación firmado por el papa, la comisión “recogerá documentos, datos e informaciones necesarias para el desarrollo de sus funciones institucionales”.

 

“El secreto profesional y otras restricciones establecidas por el ordenamiento jurídico (del IOR) no limitarán el acceso a la comisión”, añade el documento papal.

 

Los cinco miembros del equipo tendrán que informar periódicamente al papa y entregarle un informe al final de su trabajo, que aún no se ha dado a conocer por cuánto tiempo durará.

 

El IOR, con sede en la Ciudad del Vaticano, fue fundado por Pío XII en 1942 y tiene personalidad jurídica propia. En la entidad trabajan 112 personas y dispone de 12 ventanillas. Su única sede está en el Vaticano.

 

El IOR fue reformado en 1989 por Juan Pablo II, y el 30 de diciembre de 2010 Benedicto XVI aprobó una ley para luchar contra el blanqueo de dinero en la instituciones financieras del Vaticano, con el objetivo de entrar en la llamada “lista blanca” de Estados que respetan las normas para la lucha contra el lavado de dinero. EFE