El 24 de agosto de 2010 fueron hallados 72 cadáveres en una vivienda del ejido El Huizachal, municipio de San Fernando, Tamaulipas, todos ellos migrantes provenientes de Centro y Sudamérica, a quienes ejecutaron por la espalda y con. Muchos de ellos presentaban también el tiro de gracia. Los cuerpos estaban apilados y a la intemperie. Los asesinos fueron Los Zetas.

 

El 7 de abril de 2011, marinos detuvieron a Omar Martín Estrada Luna El Kilo, jefe de la plaza para la organización delictiva de Los Zetas, quien confesó ser el autor intelectual de los asesinatos de al menos 217 migrantes en San Fernando, Tamaulipas, durante 2010 y 2011.

 

A pesar de la captura, las muertes de migrantes en Tamaulipas continuaron. El 1 de abril de 2013, fueron encontrados los cuerpos sin vida de nueve personas, a bordo de una camioneta.

 

El fenómeno de los ataques contra la población de migrantes se ha convertido en un grave problema en los últimos años, debido a que no ha tenido la atención ni la oportuna intervención del Estado en combatirlo.

 

“Todo México es un cementerio de migrantes”, denuncian activistas y defensores de los derechos de los migrantes.

 

“La fórmula para que se acabe la masacre de migrantes es la migración documentada, porque con la policía no se acaba esta tragedia humanitaria”, urgen los integrantes de la Misión de Observación de Defensores de los Derechos Humanos de los Migrantes (MODDHM).

 

El mensaje va para un grupo de senadores, con quienes tuvieron una reunión, en la casa albergue La 72, en Tenosique, Tabasco, la semana pasada.

 

En entrevista, Rubén Figueroa, coordinador del Movimiento Migrante Mesoamericano, recordó que durante el evento los legisladores recibieron el reporte preliminar de los hechos, testimonios y evidencias de los migrantes, recabados por los misioneros. La respuesta fue un compromiso para analizar el asunto y proponer una solución.

 

“No se llegó a nada en concreto, porque se va a trabajar sobre la marcha, lo que sí dijeron fue que analizarían a fondo toda la situación, porque, sin duda, son muchas las aristas que comprenden este fenómeno”, reiteró el activista.

 

Indiferencia oficial

 

Figueroa acusó que el aumento de asesinatos de migrantes también se debe a la omisión de algunas autoridades por no atender la situación. Afirmó que ante la indiferencia oficial, los centroamericanos han decidido denunciar los delitos en los centros de ayuda y casas del migrante.

 

“El albergue (la 72) se ha convertido es un bunker para los migrantes, en un centro de denuncias. En los últimos días tenemos al menos una veintena de víctimas de secuestro, extorsión y asaltos de personas que se suben al tren y se regresan al albergue”, acusó.

 

Tan sólo en la zona de Tenosique se tiene un registro de más de 50 denuncias de delitos graves contra migrantes, y en las mismas condiciones se encuentra la gente en Coatzacoalcos, Acayucan, Cosoleaque y Las Choapas, en Veracruz; y Palenque, Chiapas, en fin en toda la ruta”, señaló.

 

Por su parte, Fray Tomás González Castillo, integrante de la MODDHM, aseveró que todos los días recogen “historias de dolor y sufrimientos”.

 

Sostuvo que los centros de albergue, comedores y oficinas de asesoría y trámites para los migrantes, ubicados a lo largo de la ruta, están en manos del esfuerzo de organizaciones de la sociedad civil y las iglesias, en una clara omisión de las autoridades gubernamentales.

 

Dato 

 

La CNDH elaboró un informe, publicado en febrero de 2011, el cual advierte que de abril a septiembre de 2010, documentó un total de 214 eventos de secuestro, de los cuales, según el testimonio de las víctimas y testigo de hechos, resultaron.

 

11,333 migrantes víctimas de secuestro.

 

Esta cifra es alarmante, puesto que representa un 74 por ciento más que todos los secuestros denunciados en México de 2006 a 2012.