La Agencia Nacional de Seguridad (NSA, siglas en inglés) de Estados Unidos recoge a diario registros de llamadas telefónicas de millones de clientes de la operadora de telefonía celular Verizon, en virtud de una orden judicial secreta, revela hoy el medio británico The Guardian.

 

El diario informa en su página digital que tiene acceso a una copia de esa disposición judicial emitida el pasado mes de abril, en la que se exige a Verizon que facilite “de manera continua” y “a diario” a la NSA información de todas las llamadas de teléfono, tanto internas como entre EU y otros países.

 

El documento muestra, por primera vez, que en la administración del presidente Barack Obama se han efectuado registros de comunicaciones de millones de ciudadanos de manera indiscriminada y sin tener en cuenta si los autores de las llamadas han cometido algún delito.

 

Es vital para combatir el terrorismo, responde Casa Blanca

 

La Casa Blanca defendió la necesidad de registrar llamadas telefónicas de sus ciudadanos, por considerarlo “una herramienta crítica” en el combate al terrorismo.

 

En declaraciones enviadas a la cadena CNN, un alto funcionario del gobierno Obama reaccionó a la información publicada por The Guardian.

 

El funcionario, que pidió el anonimato, evitó confirmar expresamente que exista esa orden judicial, pero señaló que “información como la que describe el artículo de The Guardian ha sido una herramienta crítica a la hora de proteger a la nación de amenazas terroristas contra Estados Unidos”.

 

Esa práctica “permite al personal especializado en antiterrorismo descubrir si terroristas conocidos o sospechosos han estado en contacto con otras personas que pueden estar implicadas en actividades terroristas, particularmente aquellas localizadas dentro de Estados Unidos”, agregó el funcionario.

 

Orden secreta

La llamada Corte Extranjera de Vigilancia de Inteligencia (Fisa), que es secreta, fue la encargada de conceder el pasado 25 de abril la orden al FBI, con lo que facilita al gobierno una autoridad ilimitada para obtener datos durante un periodo específico de tres meses, que finaliza el 19 de julio.

 

En virtud de esta orden judicial, debían ser entregados los números de teléfono de los dos comunicantes, el lugar de la llamada, así como su duración, aunque no el contenido de la conversación.

 

Estas revelaciones, según el diario, pueden abrir un debate en EU sobre el alcance del espionaje que realiza el gobierno Obama. (Con información de The Guardian y EFE)