La política del Real Madrid es responder súbitamente a las políticas mediáticas (y no necesariamente deportivas) del Barcelona y viceversa, aunque hay que agregar el siguiente matiz: la política del Barcelona es responder súbitamente a las políticas deportivas (y no necesariamente mediáticas) del Real Madrid. (Importante recalcar que hablo de política y no necesariamente de estrategia, que sería lo normal.) El resultado se observa en el fortalecimiento del duopolio en la liga española. La competencia es imposible cuando la distancia entre el primer y el tercer lugares son 24 puntos (Barcelona-Atlético de Madrid); el Zaragoza ocupó el último lugar de la tabla y logró 34 puntos, 66 menos que el Barcelona (100 puntos).  Algo sucede con las ligas europeas y globales; de ahí que la Champions se haya convertido en el torneo de más alto nivel en Europa (se puede extrapolar al mundo entero). En cuanto al ámbito norteamericano, el término adoptado por los propios analistas de futbol en México, Concachampions, revela una categoría que imita y trata de seguir a la Champions aunque el nivel es estrepitoso. Mientras que la copa Libertadores tampoco brinda calidad con sello estético similar al torneo europeo.

Ayer, decenas de periodistas de varios países llegaron a la sala de prensa del Barcelona para interrogar a la nueva figura del equipo catalán: Neymar (82 millones de euros). Al mismo tiempo, inclusive, horas antes, el periódico “Sunday Times” revelaba la cifra que Florentino Pérez, el mercadólogo del Real Madrid, está dispuesto a pagar al Tottenham Hotspur por su figura Gareth Bale: 100 millones de euros (mil 700 millones de pesos). Por si fuera poco, Pérez también quiere fichar al delantero uruguayo Luis Suárez por 45 millones de euros (765 millones de pesos).

 

El día de hoy, Florentino Pérez conseguirá la reelección al frente del Real Madrid y en pocos días anunciará la operación de 2 mil 465 millones de pesos por dos jugadores. Por su parte, para que Cristiano Ronaldo no se ponga triste, Pérez le incrementará su sueldo neto por temporada: 14 millones de euros (238 millones de pesos).

 

¿Habrá alguien que dude sobre el nombre de los equipos que ocuparán las dos primeras posiciones de la liga española para la próxima temporada?

 

Más allá de los goles, la auténtica y única variable que requiere un mercadólogo, como lo es Florentino Pérez, para estimar el valor monetario de un jugador o entrenador, es el perfil mediático. La correlación de ingresos de una empresa del espectáculo, como lo son el Barcelona y el Real Madrid, tiene que pasar por los efectos mediáticos. El propio Pérez lo reveló el domingo pasado al periódico ABC. Cuando tomó las riendas del equipo, los números eran rojos: 30 millones de euros. Ahora, los números, dice, son negros: 30 millones de euros. Es decir, 60 millones de euros (mil millones de pesos) fueron recorridos gracias a los Galácticos, Mourinho y Ronaldo, entre otros.

 

Si no viviéramos en el siglo del marketing, Florentino Pérez no podría ser reelegido el día de hoy como presidente del Real Madrid por la sencilla razón del fracaso del icono híper mediático de José Mourinho: no logró el título de la Champions y la suma de partidos frente al Barcelona le arrojan números negativos. Pero no importa. Florentino Pérez le declara al ABC que su equipo está en el lugar en el que debe de estar: es cabeza de grupo de la Champions. Eso es todo. Mourinho no logró ganar la Décima y sus números frente al Barcelona son negativos: 17 jugados, 5 ganados, 6 empatados y 6 perdidos. Dos de ellos fueron los más dolorosos. Los jugaron en 2011, en la Champions: el Barcelona eliminó al Madrid.

 

Barcelona y Madrid preparan sus estrategias para la siguiente batalla mediática.