En los últimos años, Guatemala y Belice se han convertido en una franja fronteriza de alta prioridad para México, por el desplazamiento de los cárteles del Pacífico y de Los Zetas a Centroamérica y por ser una de las más importantes zonas de recepción de cocaína y el trasiego de químicos para la producción de drogas sintéticas.

 

Es en Centroamérica en donde también se recluta a ex militares, pandillas para esos cárteles y se intercambian drogas por armas. Actualmente se estima que hay unas 300 mil armas fuera de control y se cometen seis mil asesinatos anuales, la mayoría relacionados con asaltos, violencia, narcotráfico y al crimen organizado. Los informes internacionales ubican a la región como una de las más susceptibles para el lavado de dinero procedente del tráfico de drogas.

 

Ante este escenario, que representa una amenaza para la seguridad interior, el gobierno de Enrique Peña Nieto pondrá en marcha una estrategia de seguridad regional, que incluirá la colocación de bases de control y operaciones en la región, en por lo menos cuatro puntos estratégicos que permitan dominar la frontera por cielo, tierra y a través del río.

 

Por su parte, el gobierno de Guatemala prepara a un grupo de militares, altamente especializado, para combatir al narcotráfico y crimen organizado sobre la franja limítrofe con México. Francisco Cuevas Gallardo, vocero de la Presidencia de la República de esa nación, informó en días pasados que los agentes entrarán en operación a partir del próximo mes.

 

Como parte de esta estrategia de seguridad en la frontera con México, Guatemala apuesta a la instalación de bases militares. Una de ellas es la nueva Brigada Militar de Alta Montaña, que estará destacamentada en el departamento fronterizo de San Marcos.

 

“Es una brigada militar de las dos que se van a instalar este año, con las que se va a generar un proceso de mayor crecimiento en el combate a la criminalidad”, destacó el portavoz.

 

De acuerdo con cálculos oficiales, cada una de esas brigadas militares tendrá inicialmente un estado de fuerza de 600 elementos.

 

Estos soldados no desplazarán a los militares que ya se encuentran asignados en esa región, pues operarán de manera independiente.

 

En junio pasado, se inauguraron dos nuevas bases militares en la frontera. La primera de esas unidades, la Brigada Especial de Operaciones de Selva, está ubicada en el norteño departamento de Petén, fronterizo con México, y tendrá como principal misión combatir a los narcotraficantes que operan en esa zona.

 

Según información oficial, cuenta con un comando de kaibiles.

 

La otra unidad es la Segunda Brigada de Policía Militar, instalada en la población de San Juan Sacatepéquez.

 

En aquella ocasión, se anunció la instalación de al menos nueve bases militares más en diversas partes de ese país, a fin de incrementar las capacidades del Estado para combatir el narcotráfico y el crimen organizado.

 

Según el Ministerio del Interior guatemalteco, 58 de los 334 municipios del país son ingobernables debido a las operaciones del narcotráfico y el contrabando.

 

Además, informes estadunidenses indican que cerca de 80% de la cocaína que llega a México desde Sudamérica, con destino a Estados Unidos, hace escala en Centroamérica, con Guatemala y Honduras como principales puntos de entrada.

 

Cuando Otto Pérez Molina asumió el cargo de presidente de Guatemala, el 14 de enero de 2012, reportes militares advertían del aterrizaje en la franja fronteriza con México de un promedio mensual de 15 aeronaves con droga proveniente de Colombia.

 

DATOS

 

38 homicidios por cada 100 mil habitantes es tasa anual en Guatemala, una de las más altas de América Latina.

 

600

Elementos de una policía especializada, destacará el gobierno guatemalteco en la frontera

 

80%

de la cocaína que llega a México desde Sudamérica, con destino a Estados Unidos, hace escala en Centroamérica, con Guatemala y Honduras como principales puntos de entrada.