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Así como en la rama del “arte plástico”, un museo necesita de un público para permanecer, una galería de arte necesita de compradores para poder funcionar, un artista necesita de galerías de arte para poder darse a conocer y sobrevivir, lo mismo sucede con cualquier otra “rama” del arte, cine, música, literatura, danza, etc.

Nosotros, los ciudadanos llamados “de a pie”, necesitamos entrar en ese círculo virtuoso, participar en esa cadena como si se tratara de la cadena alimenticia, como ocurre con el ciclo de vida. De lo contrario, en el extremo, el círculo dejará de crecer, se achicará y, eventualmente, desaparecerá.

En un ámbito menos extremo, quizá el círculo no desaparezca del todo (al fin y al cabo las “artes” han subsistido por siglos), pero la calidad de ese círculo, será cada vez menor y menor.

Por ello, es necesario que dejemos de pensar en el arte como un tabú, que empecemos a perderle el miedo, que nos acerquemos a él, que nos identifiquemos con él y que nos conectemos con él. En pocas palabras, necesitamos “rozarnos” con él.

Anotación provocadora, definiciones a saber

Rosa.

1. Flor del rosal, notable por su belleza, la suavidad de su fragancia y su color, generalmente encarnado poco subido.

2. Que es de color encarnado poco subido, como el de la rosa ordinaria.

Arte.

1. Virtud, disposición y habilidad para hacer algo.

2. Manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa una visión personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros.

Curiosamente, si uniéramos las dos palabras sólo fonéticamente, resultaría otra que tendría otro significado completamente distinto, “rozarte” (del verbo “rozar”).

Rozar.

1. Pasar tocando y oprimiendo ligeramente la superficie de otra o acercándose mucho a ella.

2. Tratarse o tener entre sí familiaridad y confianza.

3. Tener semejanza o conexión con otra.

Tradicionalmente las “bellas artes” eran las formas de arte desarrolladas principalmente por la estética y la belleza y comprendían seis: pintura, escultura, arquitectura, música, danza y literatura. No fue sino hasta el siglo XX que se añadió el cine, de ahí que se conozca como el séptimo arte.

Pero ¿dónde quedan otras expresiones de arte modernas o no tradicionales como el teatro, el arte culinario, las artes marciales, las instalaciones, el arte conceptual, los “performances”, el arte callejero, la fotografía, el “graffiti”, etc.?

¿Quién determina qué es arte y qué no? ¿Quién dicta qué es belleza o estética? ¿Serán los conocedores del arte? Pero, ¿quiénes son los conocedores del arte? ¿Por qué otros juzgan las cosas y forman nuestras propias opiniones? Por una razón muy sencilla, porque considero que en lo general (con honrosas excepciones), le tenemos miedo al arte, tenemos miedo a rozarnos con él.

En estas intervenciones trataré de enfocarme en la escultura, pintura, fotografía, instalación, arte conceptual, arte callejero, graffiti, performance, etc., dejando intencionalmente fuera otras expresiones artísticas de las que no me atrevo a opinar. Es también el motivo ulterior de estas opiniones, el que con un poco de suerte, alguno de los lectores en lo individual, se interese por el arte (o se interese más por él), y que al interesarse, ayude a que ese círculo virtuoso no decrezca, y con más suerte aún, el que a nivel colectivo (la suma de esos intereses individuales) resulte en que el círculo, se convierta en uno virtuoso, que crezca día con día, tanto en cantidad como en calidad.

Al final, lo que trataré de mostrar es mi propia opinión, una más de muchas sobre un mismo tema, pero con una ligerísima ventaja (creo yo) sobre otras, la de ser una opinión que se emite sin miedo, sin tabú, tratando de expresar mi propio “roce” con el arte.