LONDRES. La ministra de Interior del Reino Unido, Theresa May, anunció ayer -tras reunirse con el comité de emergencias británico Cobra- que se incrementaron las medidas de seguridad en los cuarteles militares de Londres tras la muerte de un soldado por arma blanca ayer por la tarde al sureste de la ciudad. “Este es un ataque contra todos las personas en el Reino Unido. Actos despreciables como éste no quedarán sin castigo”, afirmó May y coincidió con el primer ministro David Cameron en señalar que existen “claros indicios” de que se trató de un “acto terrorista”.

 

“Hemos visto terrorismo antes en las calles de Londres y siempre nos hemos mantenido firmes contra él”, sostuvo la ministra. May presidió un comité de emergencias al que asistieron el ministro de Defensa, Philip Hammond; el alcalde de Londres, el conservador Boris Johnson, y altos mandos de la policía y las agencias de seguridad británicas. La ministra rehusó confirmar si las fuerzas de seguridad y los servicios de inteligencia conocían a los agresores.

 

Cameron, que regresará antes de lo previsto a Londres desde París, presidirá por la mañana una nueva sesión del comité Cobra. Según los medios británicos, dos hombres se abalanzaron sobre un soldado y lo apuñalaron al grito de “Alá es grande” en el barrio de Woolwich (sureste de Londres), mientras la policía respondió al ataque con disparos.

 

Un hombre murió y otros dos resultaron heridos ayer tras un ataque con un machete en Londres, al parecer contra un soldado, que el gobierno británico no excluye que tenga alguna motivación terrorista, informó la cadena británica BBC.