WASHINGTON. En la semana del 22 de abril, la Oficina del Asesor Legal de la Casa Blanca y su directora, Kathyrn Ruemmler, supieron por fiscales del Departamento del Tesoro que el inspector general estaba por concluir un informe sobre la actuación del Servicio de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglés), según publicó ayer Peter Nicholas en The Wall Street Journal. Luego de conocer esa información, el diario y legisladores republicanos preguntan: ¿cómo empezó la vigilancia excesiva sobre los grupos conservadores en el IRS, quién lo ordenó y quién de la administración estaba advertido de la investigación antes de la elección presidencial de noviembre pasado? Esa revelación da pie a debatir si el presidente pudo ser notificado entonces.

 

En esa conversación, Ruemmler supo que “un pequeño número de empleados de línea del IRS habían vigilado impropiamente a ciertas organizaciones que utilizaban palabras como tea party y patriot, dijo el funcionario que cita el diario. La semana pasada, el presidente Barack Obama dijo que supo de la controversia al mismo tiempo que los ciudadanos, el 10 de mayo, cuando un oficial del IRS la  reveló en una conferencia de abogados.

 

Algunos veteranos de escándalos previos dijeron que el consejero legal -cuyo rol es asesorar al presidente sobre todas las materias legales concernientes a su labor y en la Casa Blanca- fue correcto al evitar decirle a Obama sobre los hallazgos de la auditoría. Haberle dicho podría haber causado una nueva tormenta al crear la apariencia de intromisión en una investigación independiente que no había concluido aún, dicen esos ex funcionarios.

 

Sin embargo, la nueva información no responde preguntas fundamentales del escándalo del IRS, incluidas ¿cómo empezó y quién?, si alguien de la administración estaba advertido de la severidad de la averiguación del inspector general antes de la elección presidencial de noviembre pasado. En cambio, la atención se enfoca en el manejo de la Casa Blanca del asunto y cuando los hallazgos son tan dañinos potencialmente, el presidente debió ser inmediatamente informado, dijo Lanny Davis, ex consejero especial del presidente Bill Clinton.

 

De los temas controvertidos que enfrenta Obama, incluido el ataque en Bengasi, Libia y la intercepción de registros telefónicos de periodistas de AP por el Departamento de Justicia, el caso IRS es el asunto “más nuclear de todos”, afirmó Davis, porque involucra el “mal uso del IRS” y “cualquiera que supo de esto hace unas semanas y no le dijo al presidente, no debía estar en la Casa Blanca”, afirma Davis.

 

En su conversación política del domingo, la Casa Blanca rechazó sugerencias de que el presidente debía haber tomado alguna acción antes de que la oficina del inspector general liberara su informe del 14 de mayo, antes de conocerse el escándalo. En tanto, los republicanos preguntarán en las audiencias del miércoles si antes de la elección de noviembre del año pasado, Obama o alguien de sus mandos medios sabía del escrutinio del IRS. Los republicanos en la Casa de Representantes de comités de vigilancia presionan por una investigación, con más audiencias previstas para esta semana. “Exactamente quién en la administración sabía sobre la vigilancia del IRS, es una de las preguntas más espectaculares”, dijo en una declaración por correo electrónico el representante republicano por california Darrell Issa, jefe de un comité de vigilancia de la Casa que planea mantener una audiencia el miércoles sobre el asunto. “Al esperar demasiado para atender lo que se hizo mal e informar al público, el presidente Obama y su administración parecen más preocupados con negar que en atender rápidamente lo que se hizo tan mal”, agregó Issa. Redacción