Después de que salió de la política con la cara viendo hacia el piso, César Nava Vázquez empezó a ocupar su tiempo haciendo gestorías y trámites legales. Desde antes de las elecciones de 2012, aspirantes a alcaldías u otros cargos de elección popular se acercaron a Nava a pedirle dinero para poder dar una reñida batalla electoral.

 

El panista no está solo en esos quehaceres. Tiene un socio que se llama Joaquín Fortune, quien a su vez es cercano a Lorenzo Sertvije, dueño de Bimbo, así como con otros ricos empresarios.   ‬

 

La edad en la que la carrera de muchos políticos apenas repunta, para César Nava fue el final. Con apenas 36 años se convirtió en el panista más desgastado de los últimos tiempos. ‬Abandonó la escena política con la peor de las derrotas como presidente del PAN.

 

Es hijo de César Nava Miranda, un dirigente del Yunque en 1970 que desde entonces defiende el matrimonio y la familia convencional. También representó a la Unión Nacional de Padres de Familia y fue uno de los fuertes impulsores de la Confederación Patronal de la República Mexicana.

 

Pero el muchacho disgustó a su padre cuando anunció su separación para casarse con una joven nueve años menor que él y cantante de profesión: Patylú.  El propio César Nava aceptó su separación con Covadonga Baños Ardavín, con quien tiene cuatro hijos.

 

Las similitudes con Calderón asombraban en el PAN. Michoacanos de nacimiento. Líderes juveniles del partido. Abogados con estudios en Harvard. Cuando se acercaban las elecciones presidenciales de 2006 podía presumir una amplia cartera. Aunque era el más joven del equipo cercano a Calderón, había cumplido 34 años, ya había sido diputado federal, abogado general de Pemex y director jurídico de la Secretaría de Energía, una cartera envidiable para cualquier joven con grandes aspiraciones políticas.

 

El triunfo presidencial selló su amistad con Calderón, una amistad consolidada a prueba de todo. Eso se notó en poco tiempo cuando el presidente lo hizo su secretario particular y luego presidente nacional del PAN.

 

Parecía una carrera prometedora hasta que Nava firmó un acuerdo en lo oscurito con Beatriz Paredes, su homóloga del PRI, para que el PAN no hiciera alianzas electorales en el Estado de México.

 

PAN y PRD habían puesto en marcha coaliciones en el país para acabar con viejos cacicazgos del PRI en entidades como Oaxaca, resultando bastante exitosas.

 

El secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, se había opuesto al acuerdo con ambos presidentes de partido de cobrar IVA a alimentos y medicinas. Hubo un roce fuerte entre ambos panistas y eso desencadenó una serie de rumores que César Nava tuvo que salir a atajar. “No hubo pactos en lo oscurito con el PRI ni nada que se le parezca”.

 

Sin embargo semanas más adelante, en una sesión legislativa, aceptó los acuerdos desde tribuna. “Efectivamente hubo un pacto con el PRI”.

 

Con intenciones o no de contrarrestar el ataque, coincidió el anuncio de la boda con Patylú, a quien Nava le dio el anillo de compromiso en un montecito con nieve en Nueva York. Después le regaló un departamento que no pudo acreditar que le hubiese alcanzado con su salario como funcionario en esos años.

 

Sin embargo, hoy enfrenta otro tipo de embates durante su paso por Pemex, por tráfico de influencias, y parece estar más solo que nunca. Ya desde hace meses ni los panistas lo han visto en las sesiones del partido, del que César Nava es consejero nacional.

 

Las malas referencias de un Pinocho

 

César Nava, quien fuera uno de los dirigentes más jóvenes del Partido Acción Nacional, querido y loado por el presidente Felipe Calderón, de quien fue secretario particular, ahora se encuentra en el “ojo del huracán” acusado de fraude contra Petróleos Mexicanos, mientras fungió como director jurídico de la paraestatal.

 

Pemex presentó una denuncia contra él, el pasado 14 de mayo, por impedir el cobro de un cheque por 102.8 millones de dólares como parte de un esquema para defraudar a la empresa.

 

Ante las acusaciones, el panista se deslindó del hecho y dijo que el caso que presenta Pemex ocurrió en 2004, mientras que sus servicios fueron de 2001 a 2003.

 

Mientras sus correligionarios se han negado a pronunciarse al respecto, Pemex ya prepara la ampliación de su denuncia, que se ejecutaría en Nueva York, y se citaría a declarar a César Nava y a funcionarios de Conproca, el consorcio con el que estaría implicado el panista mexicano. REDACCIÓN