CARACAS. La escena se repite estos días en las farmacias venezolanas: caras largas de los clientes por no encontrar el medicamento que buscan y empleados que deben lidiar con las quejas de muchos enfermos que ven cómo no pueden seguir su tratamiento porque el fármaco que necesitan no está disponible.

 

La situación refleja las crecientes dificultades en el país para conseguir un amplio rango de medicamentos, producto de las trabas cada vez mayores para importarlos en medio del control de cambios que rige en el país desde hace 10 años.

 

Entre los afectados está Héctor Mendoza, quien se muestra resignado a poco de entrar a la quinta farmacia que visita en una semana en busca de un medicamento que necesita para tratar las secuelas de una trombosis pulmonar.

 

“Es el pan de cada día. Está horrible conseguir cualquier remedio”, lamenta este jubilado de 72 años que acompañado de su esposa busca el medicamento Prodaxa en una farmacia del este de Caracas. “Hace tiempo que lo tomo y ahora está más difícil que antes conseguirlo”.

 

El problema de Mendoza se extiende a muchos venezolanos, que en ocasiones tienen que recorrer varias farmacias para conseguir el medicamento buscado.

 

Aun cuando la situación no es nueva, se ha agudizado desde que comenzó el año por las dificultades de los laboratorios para acceder a las divisas necesarias para pagar a sus proveedores internacionales, después de que el gobierno eliminara un sistema alternativo donde las empresas podían conseguir dólares.

 

Gotas para los ojos, píldoras para dormir y tratar la hipertensión y hasta cocteles antirretrovirales contra el VIH son algunas de las medicinas que faltan en las farmacias y centros clínicos.

 

La industria farmacéutica atribuye la escasez a una ley que mantiene congelados desde hace 10 años los precios de 30% de las medicinas disponibles en el país y al atraso del gobierno en entregar al sector las divisas necesarias para la importación.

 

Las dificultades para conseguir medicamentos se suman a los problemas de los venezolanos para encontrar también algunos alimentos básicos en los supermercados del país, donde el gobierno mantiene controles tanto en el precio como para el acceso a las divisas para la importación.

 

Estas dificultades han agudizado el ingenio de los venezolanos, que se han volcado a las redes sociales Facebook y Twitter para tratar de conseguir los medicamentos. Otros se organizan y piden ayuda a sus vecinos o amigos.