Ante la falta de controles, eficacia y profesionalismo, la Procuraduría General de la República (PGR) presentará, en unos días, la nueva estructura diseñada por Jesús Murillo Karam, y que se basa en la desconcentración de funciones en cinco regiones.

 

El proyecto contempla, de acuerdo a distintas fuentes consultadas, que la hoy Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) también se desconcentre en esas cinco oficinas y se cree un área que las coordine.

 

Se creará una fiscalía en la que se concentrarán todos los casos de investigaciones a víctimas, como el caso de desaparecidos, ataques a defensores de derechos humanos y periodistas, entre otros.

 

La Policía Federal Ministerial, precisaron las fuentes, cambiará su nombre, para convertirse en una agencia federal de investigaciones y se prevé crear, al interior de su estructura, células con un mando central, varias de ellas especializadas en investigación y operaciones. Este cambio, coincidieron las fuentes, pretende recuperar y consolidar a los agentes en verdaderos investigadores, enfocados en tareas específicas y especializadas, con controles más rigurosos.

 

La reestructuración que se prevé se anuncie esta semana, sostuvieron los funcionarios consultados, representa un intento por remediar la “maraña de estructuras que entorpecen decisiones y las relaciones clientelares y desorganización” que priva en la PGR, de acuerdo a lo que arrojó el diagnóstico que elaboró, en los últimos meses, Murillo Karam, a partir del cual se rediseñó la dependencia federal.

 

La modificación más importante es la creación de cinco unidades regionales, que al igual que la estructura central, tendrán capacidad de investigación propia y despliegue logístico. Cada una de esas unidades, que coordinará a las delegaciones en los estados que le correspondan, contará con capacidades para indagar casos de delincuencia organizada con personal especializado.

 

La estrategia, que ya fue enviada por escrito al Senado y será explicada por el procurador cuando comparezca, porque se requieren algunas modificaciones a la Ley Orgánica de la Procuraduría y la reorientación de recursos materiales asignados.

 

“Este modelo permitirá establecer unidades regionales que contarán con servicios jurídicos, logísticos, de inteligencia, laboratorios y cuerpos de tarea especializados que servirán de apoyo y soporte a la operación de las fiscalías estatales, base del despliegue territorial de PGR”, indica el documento enviado al Senado.

 

Lo anterior no impide que la estructura central de la PGR pueda atraer los casos que resulten de mayor impacto o pro su grado de complejidad y requieran un control cercano del procurador.

 

Además, como adelantó 24 HORAS hace unas semanas, se contempla la creación de nuevas unidades especializadas en temas como lavado de dinero, tráfico de drogas, piratería, tráfico de personas y de armas, entre otras.

 

También se prevé acciones de reorganización y fortalecimiento en áreas como la investigación, servicios periciales, prevención, y servicio público de carrera.

 

Pésimo diagnóstico

 

Desorganización en distintas áreas, respuesta lenta y burocrática, ausencia de estrategia, utilización deficiente de recursos técnicos, científicos y humanos, y desconfianza interna, son las deficiencias destacadas por Murillo Karam en su diagnóstico de la PGR.

 

“La cultura institucional presenta una marcada tendencia a las relaciones clientelares y de grupo. La organización se muestra lenta en sus procesos de toma de decisión y de comunicación, y con una estructura que dificulta ampliamente su operación”, señala la evaluación del procurador.

 

También se subraya que los sistemas informáticos, tanto de áreas administrativas como ministeriales, presentan una seguridad deficiente y falta de protocolos para su explotación.

 

La organización interna desde la visión de la actual administración es un caos. No hay definición de perfiles y puestos en cada área,  la asignación de plazas es discrecional, la comunicación deficiente o inexistente, la colaboración se da por amistades y no por norma.

 

Pese a que el año pasado la ex procuradora Marisela Morales presentó como innovación los protocolos de operación para distintas áreas, el diagnóstico de Murillo resalta por el contrario que hay manuales de operación insuficientes.

 

 

Las nuevas unidades regionales

 

NOROESTE
Estados: Baja California,. Baja California Sur, Chihuahua, Sinaloa y Sonora

NORESTE
Estados: Coahuila, Durango, Nuevo león, San Luis Potosí y Tamaulipas

OCCIDENTE:
Estados: a Aguascalientes, Colima, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Querétaro

SURESTE
Estados: Campeche, Chiapas, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán

CENTRO
Estados: México, Guerrero, Hidalgo, Morelos, Puebla y Tlaxcala

 

“Desaparecen” fiscalías

 

En unos días, las fiscalías para los Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas (FEVIMTRA), y la Fiscalía Especializada en Atención de  Delitos para la Libertad de Expresión (FEADLE) se concentrarían en una sola y operaría con oficinas dentro de las cinco regiones de la PGR.

 

De acuerdo con las fuentes consultadas, el argumento central es que al unificarlas y descentralizar sus funciones se permitirá el acceso de mayor población para denunciar estos delitos, además se amplificará la capacidad de la Procuraduría en su atención y combate, ilícitos que han sido considerados por la ONU, en sus distintos informes, como graves y preocupantes, además de permanecer en la impunidad.

 

Los críticos de este nuevo esquema en la estructura de PGR, principalmente organizaciones no gubernamentales de derechos humanos, es que se perderá la capacidad de investigar de forma integral y especializada en este tipo de ilícitos.

 

En el caso de la FEADLE, la nueva ley que federaliza los delitos cometidos contra la libertad de expresión señala que será una unidad administrativa de la PGR la que se hará cargo de las investigaciones, pero es tan ambiguo el término, que podría tratarse desde una jefatura de departamento hasta un área adscrita a la oficina del procurador.

 

En el caso de la FEADLE, hasta la fecha no aparece en la Ley Orgánica de la Procuraduría, por lo que nunca ha contado con presupuesto directo para ejercerlo y con ello una estructura definida, será entonces que por primera vez aparecerá formalmente en el organigrama, pero su nivel administrativo se prevé sea apenas de dirección general y no una fiscalía especializada.