El presidente venezolano Nicolás Maduro pidió el jueves ayuda a Brasil para fomentar su agricultura y enfrentar la escasez de alimentos en su país, en un encuentro con su colega Dilma Rousseff.

 

Al concluir una gira por Uruguay, Argentina y Brasil, Maduro y Rousseff discutieron la situación del Mercosur, en el que participan con esos tres países y del cual Venezuela asumirá en junio la presidencia rotativa por un período de un semestre por primera vez desde su incorporación al bloque en 2012.

 

“Hay problemas de abastecimiento de productos (alimenticios) y Brasil una vez más va a estar ahí para lograr el objetivo de cortísimo plazo de abastecer los productos con producción nacional venezolana”, expresó Maduro en una declaración a la prensa acompañado de la líder brasileña.

 

Señaló que una meta de su gobierno, recientemente electo tras la muerte de su antecesor Hugo Chávez, es producir todos los alimentos que se consumen en Venezuela, para lo cual también invocó la asistencia de Brasil.

 

“Hemos pedido más apoyo a Brasil para el desarrollo de una revolución agroalimentaria en Venezuela”, manifestó Maduro. “Vamos a ensayar nuevos modelos productivos con la ayuda de Brasil, aprender de sus técnicas de planificación, sus técnicas de siembra, de riego”.

 

Dijo que un siglo atrás, con el descubrimiento de petróleo, Venezuela sufrió la “amputación de su cultura productiva en el campo”, que su gobierno pretende recuperar.

 

El discurso de Maduro estuvo lleno de referencias a Chávez, a quien calificó como “nuestro amado líder”, y entregó como regalo a su anfitriona un retrato gigante del fallecido ex gobernante con su tradicional boina roja.

 

Rousseff, por su parte, manifestó su interés en expandir el comercio bilateral con Venezuela, que en 2012 alcanzó la cifra histórica de 6 mil millones de dólares, de los cuales mil millones corresponden a exportaciones venezolanas a Brasil.

 

“Indiqué al presidente Maduro nuestra disposición de buscar la expansión y más equilibrio en ese intercambio, y ver la posibilidad de ampliar las importaciones venezolanas con productos como urea y coque”, señaló Rousseff.

Maduro también hizo una fuerte defensa del sistema electoral venezolano, al que calificó de “casi perfecto” tras la experiencia de haber celebrado 18 procesos electorales en 14 años.

 

Al concluir la ceremonia, Rousseff intentó hablar en español para saludar a la primera dama venezolana, Cilia Flores, pero terminó hablando en portugués.