El Banco de México (Banxico) previó que la inflación general en México bajará hacia la segunda mitad del año, a un rango de entre 3.0 y 4.0%, al reiterar que los repuntes derivados de alimentos agropecuarios son transitorios.

 

En las minutas de la Reunión de la Junta de Gobierno del instituto central del 26 de abril pasado, resaltó que la inflación general anual se mantendrá elevada durante abril (la inflación general anual pasó de 3.55 a 4.72% de febrero a la primera quincena de abril) y mayo, pero a partir de junio comenzará una tendencia descendente.

 

Reiteró que las condiciones monetarias que prevalecen en la economía no son conducentes a que se presenten efectos de segundo orden derivados de los recientes cambios en precios relativos y son congruentes con que la tendencia de mediano plazo de la inflación continúe siendo a la baja.

 

“La Junta estima que la postura de política monetaria es congruente con un escenario en el que no se anticipan presiones generalizadas sobre la inflación y en el que se prevé que la expansión del gasto sea acorde con la convergencia de la inflación hacia el objetivo permanente de 3.0 %”, apuntó.

 

La inflación podría verse afectada por el alza en tarifas de transporte público, pues aun cuando éstas se revisaron recientemente en algunas localidades que tienen un peso elevado en el Indice Nacional de Precios al Consumidores (INPC9, es posible que se presenten aumentos en otras localidades.

 

Asimismo, podrían presentarse nuevas contingencias sanitarias, o bien condiciones climáticas adversas, que afecten los precios de mercancías agropecuarias, refiere el documento.

 

En contraste, entre los elementos que podrían incidir a la baja en el desempeño de la inflación sobresalen que en un entorno de débil crecimiento mundial, la previsible tendencia a la baja de las materias primas podría acentuarse; y la posibilidad de una mayor competencia en la economía en general, y en el sector de telecomunicaciones en particular.