Una alta funcionaria del Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela ha sido acusada de recibir al menos cinco millones de dólares en sobornos a cambio de favorecer con negocios a miembros de una empresa bursátil estadunidense, anunció hoy el FBI y el Departamento de Justicia.

 

María de los Ángeles González de Hernández, quien se encargaba de las operaciones comerciales en el extranjero del banco, fue acusada favorecer a una empresa estadunidense con negocios a cambio de que agentes bursátiles y empleados de ésta se repartieran las ganancias generadas con la venezolana.

 

Tomás Alberto Clarke Bethancourt y José Alejandro Hurtado son dos empleados del Global Markets Group de la empresa que también han sido acusados de participar en la trama.

 

González, quien vive en Caracas, fue arrestada en Miami el viernes, al igual que Clarke y Hurtado. A pesar de que ambos estadunidenses vivían en Miami, la sede de la empresa bursátil está en Nueva York. El nombre de la firma no ha sido hecho público.

 

Los tres acusados también enfrentan cargos de lavado de dinero, por lo que podrían pasar al menos 20 años en prisión.

 

Desde abril del 2009 a junio del 2010, Clarke, Hurtado y González participaron en la trama de sobornos, según las autoridades estadounidenses, y en este periodo la empresa generó más de 60 millones de dólares en transacciones con el banco venezolano.

 

“Mensajes de correo electrónico, rastros de cuentas y otros documentos adquiridos por parte de los agentes de bolsa y otras fuentes revelan que González recibió una porción sustancial de las ganancias generadas por los corredores de bolsa en transacciones relacionadas con el Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela”, señala el comunicado de la fiscalía del distrito sur de Nueva York.

 

“Específicamente, González recibió sobornos mensuales de agentes bursátiles y empleados que frecuentemente llegaban a cifras de seis dígitos”, agrega el documento.

 

Para evitar el descubrimiento de la trama, González era pagada a través de corporaciones intermediarias y cuentas que la venezolana tenía en Suiza, entre otros lugares, asegura la fiscalía.

 

“Tal y como se estipula aquí, los acusados conspiraron para usar el banco de desarrollo económico de Venezuela como su hucha personal”, aseguró George Venizelos, director adjunto del FBI, en el comunicado. “Clarke y Hurtado lograron enormes comisiones de sus transacciones con los activos del banco y sobornaron con grandes sumas a González. La supuesta trama fue tan descarada que a veces se compraban bonos del banco y después se vendían al propio banco el mismo día”.