BRUSELAS. El secretario de Estado de EU, John Kerry, reunió ayer en Bruselas al presidente de Afganistán, Hamid Karzai, y a representantes del Gobierno paquistaní para tratar de calmar la tensión entre estos dos países vecinos ante la retirada de la operación militar de la OTAN de tierras afganas, a final de 2014.

 

El encuentro entre las dos partes es una iniciativa impulsada por Kerry, que trata de acercar posturas entre afganos y paquistaníes para reavivar las posibilidades de un acuerdo que pueda garantizar la paz, una vez que el grueso de las tropas internacionales abandone Afganistán y tras semanas de tensiones en la frontera común.

 

El objetivo de la reunión era mantener una “discusión trilateral continua” sobre seguridad y otras cuestiones relativas a las relaciones en la región, así como abordar el camino hacia 2014, un “periodo fundamental de transformación”, destacó Kerry en declaraciones antes de comenzar el encuentro.

 

A la cita acudieron también el secretario de Asuntos Exteriores paquistaní, Jalil Jilani, y el jefe del Ejército de Pakistán, Ashfaq Parvez Kayani, en tanto que Karzai estuvo acompañado de sus ministros de Exteriores y Defensa y de su consejero de seguridad.

 

“Tenemos muchas, muchas esperanzas en una productiva serie de discusiones”, subrayó Kerry.

 

Karzai, por su parte, dio las gracias por la iniciativa al anfitrión de este “importante encuentro”, así como a Kayani y Jilani por participar en él, y pidió “seguir adelante esperando lo mejor”.

 

Jilani expresó igualmente, al inicio de la reunión, su reconocimiento a Kerry y opinó que se está “avanzando hacia una discusión muy productiva y de futuro”.

 

La Alianza Atlántica pondrá fin a su misión de combate en Afganistán, la ISAF, a finales de 2014, cuando prevé haber traspasado la totalidad de las responsabilidades de la seguridad del país a las fuerzas afganas.

 

El apoyo de Pakistán es considerado clave para el éxito del proceso de paz afgano, pero, tras meses de contactos estériles, Kabul parece dispuesto a intentar el diálogo con los talibanes sin la mediación de Islamabad, apremiado por el cada vez más cercano repliegue de las tropas aliadas.

 

Los integristas, sin embargo, han ignorado reiteradamente al Ejecutivo de Karzai, por considerarlo una marioneta de Estados Unidos y la comunidad internacional, y por el momento no han mostrado interés en participar en nuevas iniciativas de acercamiento.

 

Fuentes diplomáticas estadunidenses destacaron igualmente que el encuentro se enmarca en un continuado diálogo trilateral que se mantiene desde 2009, que se celebra periódicamente y que está centrado en la reconciliación en Afganistán, la “manera más segura de poner fin a la violencia y garantizar la estabilidad” del país, según Washington.