WEST, Texas. La mortal explosión en una planta de fertilizantes en Texas es un “verdadero escenario de pesadilla”, dijo ayer el gobernador de ese estado Rick Perry.
Los rescatistas buscaban el jueves sobrevivientes de la gigantesca explosión en un pequeño poblado de Texas que dejó de cinco a 15 muertos y más de 160 heridos, al tiempo que demolió la planta y arrasó varias cuadras a la redonda.
Perry enfatizó, durante una conferencia de prensa, que gran parte de la información sobre las víctimas es “muy preliminar”, y dijo que el presidente Barack Obama ha ofrecido declarar al condado de McLennan como una emergencia elegible para ayuda federal.
La explosión en el centro de West, una comunidad agrícola a unos 32 kilómetros (20 millas) al norte de Waco, sacudió la tierra con la fuerza de un pequeño sismo y se pudo escuchar a decenas de kilómetros. Generó llamaradas enormes que ascendieron al cielo nocturno y arrojó brasas ardientes y escombros sobre los aterrorizados residentes.
El vocero de la policía de Waco, Patrick Swanton, dijo que las autoridades creen que entre cinco y 15 personas murieron a causa de la explosión, pero insistió en que es un cálculo muy preliminar. No hay indicios de que el siniestro sea algo más que un accidente industrial, agregó.
La explosión ocurrida hacia las ocho de la noche del miércoles demolió una zona de cuatro cuadras en torno a la planta, que según el concejal Al Vanek quedó “totalmente diezmada”. Fueron destruidas de 50 a 75 casas, un complejo de apartamentos con unas 50 unidades que un policía estatal dijo quedó convertido en un “esqueleto”, una escuela secundaria y la residencia de ancianos West Rest Haven, de donde fueron evacuados 133 pacientes, algunos de ellos en silla de ruedas.
El presidente de EU, Barack Obama, ofreció ayer el apoyo de su Gobierno para apoyar la respuesta de las autoridades locales a la “tragedia” ocurrida en West (Texas).
“Nuestras oraciones están con el pueblo de West”, expresó Obama en un comunicado enviado por la Casa Blanca.
El presidente dio las gracias a los equipos de emergencia en West “que trabajaron sin descanso durante toda la noche para contener la situación y atender a los heridos”.
“Una comunidad muy unida ha sido sacudida y personas buenas y trabajadoras han perdido la vida”, destacó Obama sobre la explosión en la planta de fertilizantes, ubicada cerca de Waco.
El Gobierno, a través de la agencia federal de emergencias (FEMA), está “en estrecho contacto” con las autoridades estatales y locales para dar apoyo en las operaciones de rescate y búsqueda de víctimas, que todavía continúan.
Fertilizantes West indicó que tenía en esa planta 24.5 toneladas de amoniaco, y que lo peor que podría ocurrir allí era un escape de unos 10 minutos de amoniaco que no causaría lesiones.
Una ciudad marcada por la tragedia
La ciudad de Waco es tristemente célebre por ser el lugar donde murieron 81 personas que habían puesto sus vidas en manos de su líder, David Koresh, dirigente de la secta de los davidianos.
En 1993, la comunidad davidiana en esta localidad texana murió al incendiarse el rancho donde estaba encerrada durante un operativo policial; la noche del miércoles hubo una explosión en una planta de fertilizantes.
El 19 de abril de 1993, Waco fue el centro de las noticias internacionales cuando 86 personas murieron tras una acción del FBI contra la secta religiosa protestante de los davidianos, que incluía a 17 niños, después de un encierro de 51 días dentro de un rancho que terminó ardiendo en llamas.
Los davidianos se habían encerrado, a pedido de su líder, después de que el 28 de febrero el Departamento de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF) de Estados Unidos llevara a cabo una redada en las instalaciones por la fabricación de armas de fuego ilegales en el recinto. Como consecuencia, cuatro agentes y cinco davidianos murieron; y ocho decenas de ellos se mantuvieron recluidos.
Su líder espiritual era Vernon Howell, que en 1981 cambió su nombre a David Koresh, cuando ingresó en la secta apocalíptica y se convirtió en su líder en 1988. Era polígamo y tenía 15 esposas. Después del desastre, un diario de Texas informó que había abusado de niños en el rancho de Monte Carmelo, convertido en un harén humano.
El día de la tragedia, en abril de 1983, el cuerpo de Koresh fue hallado con un orificio de bala en la cabeza.
La denominada Rama de los Davidianos era una secta religiosa surgida de la separación de la Iglesia adventista del Séptimo Día en la década de los cincuenta. En 1955 establecieron la sede de su iglesia en Mount Carmel, un rancho de 30 hectáreas a las afueras de Waco. La secta creció de forma paulatina hasta convertirse en una comunidad de unas 100 personas.