BOSTON. El Buró Federal de Investigaciones (FBI) anunció ayer que convertirá en internacional la pesquisa sobre las explosiones ocurridas este lunes en el Maratón de Boston, y aseguró que no se recibieron amenazas previas al ataque.

 

“Esto va a ser una investigación a nivel mundial”, dijo en conferencia de prensa el agente especial encargado de la oficina del FBI en Boston, Richard DesLauriers.

 

Los agentes federales se trasladarán “a donde quiera que les lleven las pistas” para esclarecer la autoría de las explosiones del lunes, que dejaron tres muertos y 176 heridos, afirmó.

 

“Iremos hasta el fin del mundo para encontrar a los responsables de este despreciable crimen”, añadió DesLauriers.

 

Se desconoce si los dos artefactos detonados el lunes pertenecían a individuos estadunidenses o extranjeros, según el agente, que descartó que hubiera amenazas antes del suceso.

 

“No tengo constancia de que se registrara ninguna amenaza antes del maratón. No hubo ninguna amenaza inminente asociada con esta investigación”, agregó el agente, quien aseguró que tampoco han recibido ninguna desde entonces.

 

DesLauriers aseguró que han recopilado “un alto volumen de pistas en las últimas 18 horas” y urgió a los ciudadanos a “continuar con esa asistencia”.

 

Las autoridades no tienen a ningún sospechoso en custodia, pero están “interrogando a una multitud de testigos” tanto en Boston como en sus alrededores, según el agente.

 

La noche del lunes, agentes federales y locales registraron un apartamento de la localidad de Revere, cercana a Boston, donde residían unos estudiantes saudíes, pero no se ha anunciado detención o progreso alguno pese a que abandonaron la vivienda con varias bolsas de material.

 

Según indicó a la cadena CBS John Miller, ex portavoz del FBI, un estudiante saudí ha sido considerado “persona de interés”.

 

Miller dijo que el saudí, que no ha sido identificado, tiene una visa de estudiante y estaba en el lugar con otras personas cuando sucedieron las explosiones.

 

“Mientras todo el mundo estaba en shock, tres detectives de la policía de Boston le vieron moverse rápidamente hacia afuera del gentío”, según contó Miller.

 

Miller señaló que han estado acompañándole, “así que es alguien en el que están realmente interesados”.

 

No obstante, fuentes judiciales citadas por el diario The Washington Post indicaron que el estudiante está siendo interrogado como testigo, no como sospechoso.

 

Investigadores federales dijeron que nadie se había atribuido el ataque, que tuvo lugar en uno de los mayores feriados cívicos de la ciudad, el Día de los Patriotas. Pero las explosiones indicaron la posibilidad de otro ataque terrorista en suelo estadunidense.

 

Camino incierto en control de armas

 

WASHINGTON. Aunque los atentados del Maratón de Boston han puesto en suspenso la política estadunidense, en Washington no hubo descanso para la legislación sobre el control de armas porque partidarios y familiares de víctimas de tiroteos masivos en EU acudieron ayer al Capitolio para presentar su caso.

 

Los legisladores aprovecharon para honrar a Gabe Zimmerman, el ayudante de la ex congresista Gabrielle Giffords, quien murió en un ataque en 2011 afuera de un supermercado en Tucson, Arizona.

 

El martes, una coalición de familias de las víctimas y supervivientes de los tiroteos en Newtown, Connecticut; Tucson, Arizona, y Virginia Tech llegaron al Capitolio y rindieron homenaje a las víctimas del ataque del campus de Virginia Tech en Blacksburg, por quienes ofrecieron 32 segundos de silencio, a las 9:38 horas, tiempo en que estallaron los disparos hace seis años. Los 32 segundos fueron por el número de personas muertas en el tiroteo.

 

“Ver que este tipo de violencia se produce continuamente en este país y no existen medidas adoptadas a nivel federal es francamente irresponsable e inaceptable”, dijo Colin Goddard, quien sobrevivió a cuatro heridas de bala en el ataque de Virginia Tech y ahora cabildea con la Campaña Brady para detener la violencia con armas de fuego.

 

Al momento de silencio se sumó a la lectura de los nombres de otras personas muertas por la violencia armada: las del tiroteo en la primaria Sandy Hook, en Newtown, Connecticut. Un grupo de familiares de estas víctimas se reunió con miembros del Congreso para presionar por una reforma integral sobre el control de armas. El grupo dijo que continuaría presionando hasta que los legisladores votaran por una legislación para el control de armas.

 

Se espera que el proyecto del Senado incluya penas más severas para compradores de armas, una revisión de antecedentes más exigente para las armas compradas en ferias de armas y en línea, y el nuevo requisito de que se revisen todos los antecedentes penales y de salud mental de quienes adquieren rifles a través de la base de datos del FBI.

 

El Senado ha autorizado un proyecto de ley de control de armas para su votación, pero incluso con el compromiso alcanzado la semana pasada, entre el senador demócrata Joe Manchin y el republicano Pat Toomey, sobre la investigación de los antecedentes, las nuevas medidas de control de armas se enfrentan a perspectivas inciertas en la Cámara y el Senado.