Research In Motion (RIM) logró posicionarse otra vez en la mente de los consumidores a partir de una estrategia de comunicación que hablaba de un renacimiento, incluso anunció que ya no se llamaría así, sólo BlackBerry, como su producto estrella. Anunció además fuertes inversiones en relaciones públicas y mercadotecnia. La idea es que otra vez la gente quiera tener sus teléfonos y software, luego de que la tecnología del iPhone y de los teléfonos de Samsung, los Galaxy, han hecho ver a los dispositivos de la canadiense como artículos anticuados y feos.

 

Sin embargo, toda esa ilusión que han comenzado a crear inyectando millones de dólares a su marca para volver a posicionarse como una empresa de vanguardia, sufrió un fuerte golpe la semana pasada.

 

Will Connors, de The Wall Street Journal, preguntó:

 

“¿Qué puede ser peor para el fabricante de las BlackBerry, Research In Motion, que ventas débiles de su nuevo teléfono insignia?”.

 

Y respondió:

 

“La posibilidad de que gente que compró el teléfono lo esté regresando”.

 

Los medios estadunidenses comenzaron a hacer notar el jueves de la semana pasada dos reportes en los que los analistas de la industria hacían notar que el lanzamiento de la BlackBerry Z10 en Estados Unidos fue débil.

 

“El lanzamiento del Z10 en Estados Unidos inició pobremente y se ha debilitado significativamente mientras los días pasan”, dijo Joseph Fersedi, analista de ITG Investment Research, sustentando su información en reportes de distribuidores.

 

Por si fuera poco, un reporte de Detwiler Fenton advertía lo peor:

 

“Creemos que las tiendas clave han visto un significante incremento en las devoluciones del Z10 al punto en que, en muchos casos, las devoluciones ahora están superando las ventas, un fenómeno que no habíamos visto nunca antes”.

 

El jueves las acciones de RIM cayeron 7.76% en Nueva York, lo que provocó que los títulos cerraran la semana con un desplome de 7.21%.

 

La empresa canadiense emitió un comunicado de prensa el viernes, ante el impacto que estos análisis tuvieron en el valor de la compañía, de inmediato. El futuro de la empresa, cabe recordar, está puesto en el Z10 y los teléfonos que saldrán a partir de su nuevo sistema.

 

Es decir, esta puede ser la última oportunidad de BlackBerry.

 

La empresa dijo que buscará que las autoridades de Estados Unidos y Canadá investiguen los reportes que revelan que les regresan los teléfonos en las tiendas. Pero no cualquier autoridad, quiere que sea la Comisión de Valores de Estados Unidos y su equivalente canadiense los que estén al frente de la pesquisa.

 

Las ventas del Z10, dijo la empresa, están llenando las expectativas y la información que han colectado de sus socios de negocios demuestran que los usuarios están contentos con los dispositivos.

 

Claro, eso tendrá que confrontarse con los análisis independientes, que aseguran que a la empresa que hoy dirige Thorsten Heins le va peor que nunca.

 

Sugerir lo anterior, dice Heins, es una mala lectura de los datos o una manipulación.

 

La información de Detwiler Fenton, asegura BlackBerry, es absolutamente falsa.

 

La investigación que solicita hizo igual de ruido que el sorpresivo comentario sobre su producto estrella. Nadie sabe exactamente qué busca con este escándalo que alimentó. Una disculpa. Publicidad. Que sus agentes de relaciones públicas trabajen más. O simplemente asustar a quien ose decir que el éxito que ofrecen como parte de su discurso corporativo, es inventado…