LONDRES. Los ministros de Exteriores del Grupo de los Ocho (G8) advirtieron ayer en Londres que tomarán nuevas “medidas significativas” contra Corea del Norte, si lleva a cabo más lanzamientos de misiles balísticos o pruebas nucleares.

 

Las amenazas del régimen comunista y de Irán, así como el conflicto en Siria, han centrado un encuentro de dos días que concluyó ayer entre los jefes de la diplomacia del Reino Unido, Estados Unidos, Francia, Alemania, Italia, Canadá, Japón y Rusia.

 

Al término de la última jornada de reuniones, el responsable del Foreign Office, William Hague, señaló que las eventuales medidas contra Corea del Norte que se plantean los miembros G8 están “en el terreno de las sanciones” y subrayó que, si el país asiático insiste en seguir desarrollando su programa nuclear, sólo profundizará su aislamiento.

 

El titular de Exteriores británico indicó que la especificación de esas sanciones debería debatirse en el Consejo de Seguridad de la ONU y contar con la opinión de China, uno de los países con más peso en la región y tradicional aliado de Pyongyang.

 

Los miembros del G8 expresaron su condena “en los términos más enérgicos” a las provocaciones de Corea del Norte el día en que ese régimen celebró el primer aniversario de la elección de Kim Jong-un como secretario del Partido de los Trabajadores.

 

Los ministros del G8 urgieron a Irán a cooperar en la resolución del conflicto dando “pasos en la dirección adecuada”, como permitir la visita al país de un enviado especial sobre derechos humanos de la ONU y “distanciarse de cualquier tipo de actos y grupos terroristas”.

 

El responsable del Foreign Office mostró además la “seria preocupación” de los ocho países reunidos en Londres sobre la situación en Siria, un conflicto que, según afirmó, va camino de convertirse en la “catástrofe humanitaria más grave del siglo XXI”.

 

Hague, que durante los dos días de la cumbre en Londres se ha reunido con miembros de la opositora Coalición Nacional Siria, subrayó la necesidad de hacer llegar ayuda humanitaria a la zona, donde 70 mil personas han muerto desde el inicio del conflicto y más de un millón han sido desplazadas.

 

Los países reunidos en Londres divulgaron también un “acuerdo histórico” para combatir la violencia sexual en zonas de conflicto, un plan que financiarán con 23 millones de libras (27 millones de euros).