TOKIO. El presidente de México, Enrique Peña Nieto, defendió ayer en la segunda jornada de su viaje a Japón el “buen momento” económico que atraviesa su país, del que dijo estar dispuesto a consolidar como “garante de las inversiones que recibe”.

 

En un discurso pronunciado en la Universidad de las Naciones Unidas de Tokio, Peña Nieto aseguró que uno de los pilares de la política exterior de su gobierno pasa por “promover el valor de México” en el exterior.

 

“Queremos que el mundo conozca todo lo que es México: nuestra cultura, nuestra historia, nuestras artes, nuestras bellezas naturales. Y, especialmente la oportunidad económica y el buen momento que en este ámbito estamos teniendo”, subrayó el Presidente mexicano.

 

Horas antes, el mandatario abogó, ante miembros de la mayor federación empresarial de Japón, por “detonar el potencial de crecimiento del país y establecer políticas para incentivar una mayor inversión”, para aprovechar la tasa de crecimiento por encima de 3% que se prevé para México en los próximos años.

 

Subrayó también las “coincidencias plenas” entre su gobierno y el del primer ministro nipón, Shinzo Abe, lo que a su juicio propicia un clima que espera sirva “de multiplicador de mayores inversiones” y que además actúe como puerta de entrada para las empresas mexicanas en el archipiélago y en la región Asia Pacífico.

 

En las dos intervenciones que realizó, el Presidente mexicano recordó que desde que Japón y México firmaron en 2005 el Acuerdo de Asociación Económica el flujo comercial bilateral se ha duplicado y que en 2012 superó ya los 20 mil millones de dólares.

 

Peña Nieto cerró su encuentro con empresarios de la tercera economía del mundo con un agradecimiento a “la confianza” de las compañías niponas en México.

 

Además de destacar a México como espacio clave para las empresas niponas o el apoyo mostrado por Peña Nieto durante su visita para que Tokio pueda acceda a las negociaciones del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), el diario Nikkei, por ejemplo, defendió en su editorial los beneficios de esta alianza en términos energéticos.

 

Y es que tras el accidente en la central de Fukushima y el consecuente parón nuclear, Japón, que ha tenido que aumentar enormemente la importación de hidrocarburos, puede encontrar en el octavo productor mundial de crudo un aliado clave. EFE