Una venganza personal, por encima de un asunto político o de crimen organizado, es la línea de investigación que se ha fortalecido en los últimos días en el caso del fallido atentado en contra del diputado Ricardo Monreal y su hermano, el senador David Monreal, confirmaron autoridades de la Procuraduría General de la República (PGR).

 

El móvil apunta a conflictos de la familia Monreal con “empresarios” de  Fresnillo, Zacatecas. Desde ahí, según las primeras indagatorias, fue organizado e instruido el ataque a los legisladores, en una operación que, la Procuraduría presume, fue planificada hace aproximadamente un mes.

 

Aunque públicamente la PGR no ha referido algún motivo respecto al atentado, fuentes con conocimiento del caso indicaron que el rastreo de las llamadas, el contenido de las mismas y las recientes declaraciones de los implicados, recabadas por el Ministerio Público, refuerzan la tesis de que el intento de crimen obedeció a una represalia de tipo personal.

 

Según las indagatorias, el primer objetivo era el senador David Monreal, quien hasta ahora no ha hecho ningún pronunciamiento público, a diferencia de su hermano.

 

Ricardo Monreal señaló el viernes que el Hotel PRIM en la colonia Juárez,  donde se hospedaron los sicarios, se ubica a pocos metros de su oficina y a unas cuadras del edificio del Senado, en paseo de la Reforma, donde trabaja su hermano.

 

Las indagatorias corroboraron que los sospechosos hicieron el check  in el martes. En la habitación que ocuparon, los peritos y agentes recabaron maletas con documentos personales y teléfonos celulares, entre otros.

 

La pista más fuerte sobre la autoría intelectual apunta al empresario chilero Arturo Guardado Méndez, quien desde el viernes se encuentra a disposición del  Ministerio Público Federal en calidad de presentado. El hermano de este empresario, Juan Carlos Guardado, está desaparecido desde el año pasado.

 

24 HORAS publicó el viernes que hace dos semanas el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) interceptó las llamadas sospechosas en las que se hablaba del plan para atentar en contra de los Monreal y se identificó al autor intelectual como un empresario zacatecano.

 

Las pistas llevaron, además de la captura de los sicarios contratados, a la presentación de Arturo Guardado Méndez y del chofer de la familia, identificado como Jesús Guerrero, por su probable vínculo con los hechos.

Las familias Monreal y Guardado tuvieron un distanciamiento a partir de la desaparición de Juan Carlos, quien incluso suplió como alcalde de Fresnillo a David Monreal, cuando éste buscó la gubernatura de Zacatecas.

 

La planificación del homicidio entre varias personas y el presunto nexo de los sicarios contratados con Los Zetas permite configurar el delito de delincuencia organizada, además de la tentativa de homicidio, indicaron en la PGR.

 

Sobre el aseguramiento de una bodega con drogas en 2009, perteneciente a la familia Monreal en Zacatecas, la Procuraduría no ha establecido todavía alguna conexión con el fallido atentado, pues se trató de una indagatoria que no se resolvió y se envió a la reserva.

 

Situación jurídica

 

En la PGR indicaron que la tarde de este lunes se resolverá la consignación o arraigo de los posibles autores materiales del frustrado atentado, detenidos el jueves, así como de las personas que han sido presentadas ante el Ministerio Público. Hasta el momento suman seis los detenidos.

 

El fin de semana, la dependencia solo confirmó oficialmente que la Policía Federal Ministerial (PFM) estaba buscando a otras personas, presuntamente involucradas, además de los seis detenidos.

 

Las investigaciones y declaraciones están a cargo de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), que inició la averiguación previa PGR/SEIDO/UEITA/43/2013 luego de las primeras detenciones.