Tuvimos un crack hipotecario de proporciones semejantes al que nos sacudió en 1995 y pasó de noche, me dijo un banquero hace no mucho tiempo refiriéndose a las enormes pérdidas que sufrieron las sofoles hipotecarias, las constructoras, desarrolladoras de vivienda y bancos entre 2008 y 2011.

 

Y aquel banquero tenía razón. De hecho varias de estas empresas financieras y constructoras que ganaron carretadas de dinero con los programas de vivienda que impulsó alocadamente el gobierno de Vicente Fox, y que prosiguió Calderón en el inicio de su mandato, ya quebraron o están en vías de hacerlo.

 

Fue la “quiebra silenciosa” del sector hipotecario que amenazó seriamente con contaminar al resto del sistema financiero y que contuvo el gobierno de Felipe Calderón -desde la Secretaría de Hacienda, que encabezaba Agustín Carstens– con un plan de rescate (un término que evidentemente nunca fue aceptado por el Gobierno) que se implementó a través de la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF).

 

Las consecuencias de esa grave crisis -como la calificó aquel banquero- están lejos de haberse diluido y sólo basta echar una ojeada a las elevadísimas carteras crediticias vencidas de las desarrolladoras de vivienda (como GEO, SARE, ARA, Urbi, Homex, etc.) o revisar los enormes montos de deuda de sofoles prácticamente quebradas que adquirió en su momento la SHF, y que aún mantiene en su balance, para darse cuenta que aquella crisis sigue reportando elevados costos.

 

Le doy algunos datos ilustrativos. La cartera crediticia vencida de los desarrolladores de vivienda fue 18.3% en enero pasado, según el Banco de México. Las cifras de la CNBV a enero reportan que Inbursa y BBVA Bancomer son los bancos más expuestos en este segmento crediticio, aunque BBVA Bancomer reporta la mayor cartera vencida (21.4%) con desarrolladores de vivienda.

 

Sin embargo, las verdaderas cuentas de esta crisis siguen siendo un misterio y las cifras que publican mensualmente tanto Banxico como la CNBV son tan divergentes que generan suspicacias. De hecho, las cifras a febrero no se publicaron, como se solía hacer desde enero de 2007.

 

En un breve reporte, la consultora mexicana EcoBi (Economy, Business & Indicators) se pregunta: ¿Qué pasa con las estadísticas de crédito de las Desarrolladoras de Vivienda? y cuestiona la integridad de la información que presentan ambos organismos públicos para este caso.

 

Un par de ejemplos: “Dentro del sector construcción, la CNBV desagrega solamente ‘edificación residencial’, que claramente deben ser los créditos otorgados a los desarrolladores de vivienda, que en enero ascendieron a 96 mil 193 millones de pesos, cuando Banxico reporta solamente 33 mil 758 millones. Esta diferencia no es trivial”. Otro más sobre los desarrolladores de vivienda: “Su cartera vencida en ambos reportes no es tan distinta (6 mil 191 millones en Banxico y 6 mil 383 millones en la CNBV); sin embargo, la tasa de morosidad de esta industria es muy diferente. En la vista Banxico, la cartera vencida de enero fue de 18.3% (máximo histórico), sustancialmente superior al 6.6% de la vista CNBV”

 

Evidentemente hay un problema de integridad en las estadísticas, lo que distorsiona el análisis y, peor aún, alimenta el misterio sobre la verdadera dimensión de la crisis hipotecaria y de sus graves efectos.

 

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