SEÚL. Corea del Norte ha puesto sus misiles y unidades de artillería “en posición de combate”, con el punto de mira en EU y Corea del Sur, informó ayer la agencia estatal KCNA.

 

El Comando Supremo del Ejército Popular norcoreano “sitúa desde este momento en posición número uno de combate toda su artillería de campaña, incluyendo unidades de misiles estratégicos y de artillería de largo alcance”, indicó en un comunicado.

 

La KCNA reiteró que las unidades de artillería norcoreanas tienen su punto de mira en Corea del Sur, así como en el territorio continental de EU, Hawai, Guam y otras bases militares del país norteamericano en el Pacífico.

“Mostraremos la dura reacción de nuestro Ejército y pueblo”, se añade en la nota, “para salvaguardar a través de acciones militares nuestra soberanía y la más alta dignidad”, esta última en referencia al líder del país, Kim Jong-un.

 

Horas antes, la agencia destacaba que Kim Jong-un dirigió personalmente ejercicios de defensa con fuego real en la costa este del país.

 

En todo caso, el Ejército de Corea del Sur “no ha detectado movimientos inusuales” en las Fuerzas Armadas del Norte, aseguró un portavoz del Ministerio de Defensa de Seúl.

 

Por su parte, el ministro de Defensa de Corea del Sur, Kim Kwan-jin, instó hoy a las tropas a responder con dureza a cualquier agresión, durante el acto de conmemoración del tercer aniversario del hundimiento del buque Cheonan, que causó 46 muertos y que Seúl atribuye a Pyongyang.

 

Las recientes acciones de Corea del Norte se engloban en la campaña de amenazas que desde hace dos semanas lleva a cabo el país y que ha incluido desde promesas de ataques nucleares preventivos a Corea del Sur y EU hasta ejercicios militares y considerar nulo el armisticio de la Guerra de Corea (1950-53).

 

Con esta escalada belicista, considerada por expertos surcoreanos una demostración de fuerza sin intenciones de realizar un ataque real, el Norte pretende dar respuesta a las sanciones que la ONU impuso a principios de mes al país comunista por su última prueba nuclear de febrero.

 

La Casa Blanca acusó a Corea del Norte de seguir un patrón para aumentar las tensiones e intimidar a otras naciones, y dijo que esa actitud solo provocará un mayor aislamiento de ese país.

 

“La retórica belicista de Corea del Norte y sus amenazas responden a un patrón designado para aumentar las tensiones e intimidar a otros países”, afirmó en su rueda de prensa diaria el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.