CIUDAD DEL VATICANO. La solemne misa de inicio de pontificado de Francisco comenzó al interior de la Basílica de San Pedro, a la que ha entró el nuevo pontífice para orar ante la tumba del Apóstol.

 

Francisco bajó a las Grutas Vaticanas (cripta) para rezar, junto con los Patriarcas y los arzobispos mayores de las iglesias católicas orientales asistentes a la misa, ante la Tumba de San Pedro.

 

Mientras tanto, los cardenales esperaron alrededor del Altar de la Confesión, en el centro de la basílica de San Pedro, bajo el que se encuentra la tumba de Pedro.

 

Tras el rezo, el Papa, los patriarcas y arzobispos mayores católicos de rito oriental y los cardenales salieron en procesión hasta el altar de la plaza de San Pedro, donde ya se oficia la misa.

Una vez en la plaza de San Pedro, Francisco recibió el palio y el anillo del pescador.

 

Recorrió El Vaticano desde el “papamóvil”

 

El papa Francisco llegó a la plaza de San Pedro del Vaticano en el “papamóvil” descubierto y la recorrió antes de comenzar la misa solemne de inicio de su pontificado.

 

El pontífice entró en la plaza vaticana a las 8.50 horas local (1:50 de México) en un jeep blanco, en medio de los aplausos y viva de los miles de fieles presentes y el ondear de cientos de banderas, entre ellas muchas argentinas, y pancartas de movimientos eclesiales y otras de bienvenida, como “Estamos contigo”.

 

El papa Francisco besó a niños pequeños que le han acercado sus padres, e incluso bajar del papamovil para saludar a un discapacitado.

 

El papa Bergoglio recorrió durante cerca de 20 minutos la plaza de San Pedro y calles anexas, antes de oficiar la misa solemne de inicio de pontificado.

 

 

Roma se mantiene blindada

 

La plaza de San Pedro está llena de gente que aguarda el inicio de la misa solemne de inicio de Pontificado del papa Franscico en la que participarán unas 130 delegaciones internacionales y para las que se adoptado extremas medidas de seguridad.

 

Varios helicópteros sobrevuelan el Vaticano desde primaras horas del día, miles de policías han sido movilizados y la ciudad de Roma se encuentra prácticamente paralizada por la prohibición de transitar por ciertas calles en una ciudad donde se espera un millón de personas.

 

Varias patrullas en el río Tíber siguen las órdenes del comando central de policía y miles de agentes se encuentran camuflados entre los peregrinos en la plaza de San Pedro.

 

Los fieles no alcanzan la plaza de San Pedro y permanecen bloqueados en Via de Conciliazione.