La detención de Elba Esther Gordillo no está considerada por el estatuto como restricción para ejercer el cargo, advierte un sector cercano a la maestra

 

El nombramiento de Juan Díaz de la Torre al frente de la presidencia y la secretaría general del SNTE es ilegal porque conforme al estatuto sindical, la detención de Elba Esther Gordillo no le impide ejercer el cargo ni tampoco ha sido inhabilitada, advierte una fuente al interior del organismo sindical.

 

En un documento, del cual 24 HORAS tiene copia, el círculo leal a la dirigente advierte sobre la ilegalidad de la toma de protesta de Díaz de la Torre la madrugada de este jueves, durante la 36 Sesión Extraordinaria del Consejo Nacional del SNTE, celebrada en medio de la aprehensión y encarcelamiento de Gordillo Morales.

 

Al calificar el hecho como un intento desesperado por legitimarse como “líder único”, detalla que el nombramiento como presidente del Consejo General Sindical para el Fortalecimiento de la Educación Pública, además de ilegal, no tiene razón alguna.

 

Como secretario general del Comité Ejecutivo Nacional del SNTE, Díaz de la Torre ostentaba la representación jurídica del sindicato, por lo que no se requería que asumiera también la presidencia del Consejo General Sindical. Para sustentar tal afirmación, el documento cita los artículos 84 y 95 del estatuto del sindicato.

 

Aunado a lo anterior, “la profesora Elba Esther Gordillo Morales, no presentó solicitud de licencia, ni se encuentra inhabilitada para ejercer el cargo. Su estado de detención no está considerado por el estatuto como restricción para ejercer el cargo”.

 

En sus artículos 40 y 41, el estatuto del SNTE establece los requisitos para ocupar la presidencia, pero ninguna hace referencia a la condición actual de Gordillo Morales.

 

El expediente, del cual este diario posee copia, señala esta y otras inconsistencias en el nombramiento de Díaz de la Torre, además de advertir en su discurso de toma de posesión la intención de erigirse como el gran reformador, al dar por concluida “de facto”, la etapa de la maestra.

 

En su discurso, Díaz expresa “nuestra disposición para transformar e ir a la siguiente etapa de las reformas de nuestro sindicato que se derivan de la última gran crisis de 1989 y que hoy quedaron confirmadas en su parte definitiva los acuerdos que tomamos en el Sexto Congreso Nacional de Quintana Roo, en octubre pasado”.

 

El análisis cuestiona las contradicciones del mensaje, al avalar por un lado la reforma educativa y al mismo tiempo hacer un llamado a continuar con la Jornada por la Defensa de la escuela pública y los maestros, que anunció Gordillo Morales el 20 de diciembre pasado después de la aprobación de la iniciativa en la Cámara de Diputados.

 

En su pronunciamiento después de rendir protesta en los primeros minutos de este jueves, Díaz de la Torre convocó a los maestros a mantener la estrategia para preservar los derechos adquiridos y a dar “en los próximos meses” una pelea responsable, no obstante, subraya que esta batalla será “sin estridencia, y sin protagonismos”.

 

DISIDENCIA SE SUMA AL RECLAMO

 

Para el maestro Francisco Bravo, secretario general de la Sección 9 del SNTE en el DF, el que Juan Díaz asumiera la presidencia del sindicato fue un acto ilegal, un “plan con maña”, ya que entre el martes y miércoles el Comité Ejecutivo adecuó los estatutos sindicales para que pudiera hacer esto.

 

Ante ello, confirmó a 24 HORAS que la CNTE analiza la posibilidad de levantar una demanda, porque se trata de estatutos que no se han aprobado por la vía legal, ya que no hay toma de nota.

 

Anunció que, entre otras acciones, el próximo martes alrededor de 80 mil maestros afines a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) provenientes de 20 estados marcharán del Zócalo a Los Pinos, en la Ciudad de México, en rechazo a esta “imposición”.

 

“Nos están dando el gordillazo, es lo mismo que nos hicieron con Jonguitud en el 89, cuando nos impusieron a Elba Esther. Ahora nos imponen a este tipo que ni siquiera conocemos”, dijo una profesora de una primaria en la delegación Miguel Hidalgo.

 

Recordó que cuando fue el cambio de secretario general, en 2011, los maestros fueron defraudados, pues los enviaron a una dirección falsa para votar. “Por eso conocemos al señor, porque nosotros no pudimos votar ese día y lo eligió al final la cúpula”.

 

Historias de traición

 

El desplome estrepitoso de la “cabeza” del sindicato y el encumbramiento de uno de sus más cercanos colaboradores son la constante en 70 años de historia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).

 

Así llegaron y así se fueron, tras varios años al frente del sindicato, Carlos Jonguitud Barrios y Elba Esther Gordillo, que a pocas horas de su detención ya fue relevada en el cargo por Juan Díaz de la Torre.

 

En 1974, Carlos Jonguitud Barrios llegó a la dirigencia del SNTE respaldado por el entonces presidente Luis Echeverría, en un golpe de timón al liderazgo ejercido hasta entonces por Manuel Sánchez Vite. Dos décadas atrás, Jonguitud había sido su secretario particular.

 

Durante la década de los 60, Jonguitud escaló en la estructura sindical apoyado en el movimiento “Vanguardia Revolucionaria del Magisterio”, que le permitió tomar el control de las plazas magisteriales, nombramientos y puestos políticos.

 

Tras la toma del edificio del SNTE por un grupo armado, en septiembre de 1972, fue nombrado un interino al frente de la Secretaría General; dos años después, Carlos Jonguitud asumió oficialmente el cargo.

 

Y fue precisamente él quien creó la figura de presidente vitalicio del SNTE, aunque no logró extender su cargo. Transcurridos 15 años, una de sus más cercanas colaboradoras, Elba Esther Gordillo, lo sustituyó en la dirigencia con el espaldarazo del recién electo presidente, Carlos Salinas de Gortari.

 

El 23 de abril de 1989, Gordillo Morales tomó posesión del cargo. Un día antes, Jonguitud Barrios presentó su renuncia, luego de una reunión de 30 minutos en Los Pinos; el argumento tanto de Presidencia como del líder depuesto fue que era “sana” su salida del organismo.

 

Apenas hace unas semanas, en una entrevista para televisión, la maestra se refirió a aquel episodio: “Entré por el escusado Adela, pero salí por la puerta grande”.

 

La Güera, como se apodaba a Gordillo Morales, se religió varia veces al frente del SNTE. En octubre pasado, durante un congreso realizado en Quintana Roo, la maestra se erigió nuevamente montada en la figura de presidenta del Consejo General Sindical para el Fortalecimiento de la Educación Pública.

 

Este órgano superior al interior del SNTE es ocupado ya por Juan Díaz de la Torre, uno de los más cercanos colaboradores de Elba Esther Gordillo, y a quien voces al interior del propio sindicato señalan como el responsable de haber entregado a la maestra. GABRIELA RIVERA