La fama de la dirigente del SNTE, Elba Esther Gordillo es sustentada por sus discursos poco elocuentes, incoherentes y con muchos errores en datos, cifras, nombres.

 

En 2009, México fue víctima de la influenza AH1N1. En este discurso con motivo del día del maestro ese año, Elba Esther es incapaz de pronunciar la palabra “epidemiológico”,  confunde el término influenza por influencia, y para rematar, pronuncia el nombre del virus erróneamente, nombrándolo “AHLNL”.

 

 

 

 

 

Durante la ceremonia del inicio escolar 2012-2013, Gordillo se equivoca al dar las cifras de profesores que habían recibido el reconocimiento Estímulo a la Calidad Docente, luego intenta sacar su espíritu deportivo, pero vuelve a tropezar al confundir a la Sub-17 (ganadora de la medalla de oro en Londres 2012) con el béisbol.

 

 

Uno de los discursos más memorables fue el que pronunció durante la plenaria del sindicato realizada en Cancún el 18 de noviembre de 2012. En este, lanzó una de sus más famosas frases “no soy sirvienta de nadie”, por la que más tarde tuvo que disculparse.

 

 

Una de las últimas apariciones públicas de Gordillo fue en el programa de entrevistas de Adela Micha, que fue transmitido el pasado 14 de febrero. Ahí, la lideresa magisterial aseguró que su entrada el sindicato fue “por el escusado”.