En sus casi 30 años de vigencia el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) ha logrado consolidar la masa crítica y científica de alta calidad de México; a lo largo de ese tiempo, sin embargo, no ha estado exento de conflictos.

 

En un libro de reciente publicación, producto de un foro de análisis respecto de los retos que enfrenta el SNI y donde diversos especialistas debaten si se dirige hacia una transformación de fondo en el futuro inmediato, cuya parte central gravita alrededor de problemas de carácter estructural, el rector de la Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco (UAM-X), Salvador Vega y León, plantea una serie de interrogantes, de entre las que destaca si los actuales parámetros de evaluación son los más efectivos o habría que ir en busca de otros. (1)

 

El SNI es, al mismo tiempo que un evaluador de la productividad de las mujeres y los hombres que en México se dedican a generar nuevos conocimientos científicos, el constructor del perfil y el prestigio que da la calidad del tipo de ciencia, tecnología e innovación con las cuales nuestro país fortalece su competitividad ante el resto del mundo. La evaluación, que se hace entre pares, ha implicado a lo largo del tiempo el mejoramiento constante, de modo que se garantice, junto con el reconocimiento de investigador o investigadora nacional y el consecuente estímulo económico que de ello se deriva, la búsqueda de la excelencia en cada campo o disciplina del conocimiento.

 

Por otra parte, con casi 19 mil investigadores nacionales, el Sistema podría considerarse vasto; sin embargo, con relación a la población total del país, y especialmente al tamaño de su economía, ese número resulta medianamente aceptable. Hacen falta muchos nuevos cerebros con vocación científica, como también resultaría pertinente modificar el reglamento del SNI para dar cabida a investigadores en áreas tecnológicas, promover nuevos centros de investigación y consolidar los ya existentes, pues, no se deben pasar por alto ni las dimensiones de la comunidad científica nacional, ni el hecho de que la mayor parte de sus integrantes labora en instituciones de educación superior.

 

¿De dónde surgirán los actores que habrán de plantearse estas impostergables transformaciones, a fin de colocarnos como país en mejores condiciones para elevar la competitividad y la productividad científica, tecnológica y de innovación que nos reclaman tanto el concurso global como los nuevos tiempos, si no es precisamente de entre las y los integrantes del propio Sistema?

 

Por lo pronto, mañana jueves concluirá la consulta correspondiente a 2013, iniciada el pasado viernes 8 de febrero, mediante la cual la membresía del SNI ha venido expresándose respecto de la identificación de las investigadoras o los investigadores vigentes del nivel III que puedan representarles en la renovación de las comisiones dictaminadoras. Hasta el cierre de esta edición, la participación de los integrantes del Sistema rebasaba 60% del total de la membresía.

 

Cada año, desde 2004, el Foro Consultivo Científico y Tecnológico, AC lleva a cabo este proceso a solicitud del Consejo de Aprobación del SNI. Desde el inicio de la consulta de este año se ha procurado el equilibrio y la paridad entre disciplinas, instituciones, género y regiones, con base en la integración propia de cada área del conocimiento. (2)

 

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(1) Ver: http://148.206.126.2/sni/sni_retos.pdf

(2) Ver: http://www.foroconsultivo.org.mx/comisiones_sni_2013/