SAN JOSÉ, Costa Rica.- Durante la inédita Cumbre México-Sistema de la Integración Centroamericana, que se celebró ayer en San Juan, Costa Rica, una de las reporteras elegidas por insaculación metafísica (nunca su publicitó el proceso de elección) por Comunicación Social de la Presidencia mexicana tuvo la osadía de transportarnos, a los que nos encontrábamos en el hotel Intercontinental, a México.

 

Presidentes de Panamá, Ricardo Martinelli; de Honduras, Porfirio Lobo, o la propia anfitriona, Laura Chinchilla, fueron transportados a México, merced a la pregunta realizada por la periodista.

 

La obsesión entre algunos reporteros por imponer la agenda local en una reunión intrarregional se evidenció cuando la reportera quiso meter a la reunión el conflicto entre el diputado Manlio Fabio Beltrones con el gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre.

 

Los ojos de Laura Chinchilla se nublaron; los de Martinelli parpadearon con distinguida pausa. Después de haber escuchado la pregunta, el canciller José Antonio Meade, parado, dio un giro de 180 grados sobre su propio eje.

 

La imposición es que, si no hay nota, entonces ve por el morbo. Beltrones-Aguirre: la pelea. Lejos el puente entre Panamá y Costa Rica; poco importa la reunión de cancilleres centroamericanos que tendrá lugar en México antes del 31 de marzo; tampoco importa la pésima relación entre Nicaragua y Costa Rica; Ortega y Chinchilla. No importa que desde hace siglos la física de las relaciones internacionales de México se haya orientado sólo hacia Estados Unidos.

 

Demasiada miel en las palabras de Peña (“reitero mi respeto”), cuando cualquier peatón puede ver la redundancia de la frase que en el mundo de la diplomacia se da por sentida. Un comunicado de prensa donde azúcar y miel proponen: “Los mandatarios afirmaron su voluntad de iniciar una nueva etapa en las relaciones…”.

 

Después de la Cumbre reaparece la estrella anfitriona, Laura Chinchilla, para resumir la charla que sostuvieron los mandatarios y cancilleres bajo llave.

 

1. Comercio. 2. Combate contra el crimen organizado. 3. Remedios estratégicos para paliar la crisis de la plaga que carcome al café tico. 4. Reunión en México antes del 31 de diciembre. La unión centroamericana va. Y en serio.

 

Ahora el turno es para Peña: con dificultades para improvisar regresa al “respeto mutuo”, a “la hermandad” y etcétera. 1. Seguridad. 2. Mercado. 3. Reunión en México antes del 31 de marzo.

 

Ya en la sesión de preguntas y respuestas, los asistentes regresaron a México, merced a los reporteros mexicanos. Ninguno de los dos periodistas nacionales que pudieron preguntar quiso dirigirse a la Presidenta anfitriona, a la que nunca ven. Los dos con Peña. Que qué acuerdos habrá en materia de seguridad. Y luego: ¿Qué más se va a hacer?

 

Ya después vino el regreso –físico- para ver la batalla Beltrones-Aguirre.

 

San José, con aires de México.