La directora de Seguimiento y Evaluación de Programas de la Comisión Nacional para el uso Eficiente de la Energía (Conuee), Adriana Bravo Pimentel, fue despedida el 30 de abril de 2012 por incumplir las órdenes de trabajo de su jefe directo, Adolfo Chávez Andrade, quien entre muchas cosas referentes a su cargo, también le exigió firmar documentos para obtener apoyos económicos de la Sagarpa por medio de una asociación civil que preside y ocultar información a ciudadanos y a Banobras.

 

Ambos funcionarios le reportaban a Emiliano Pedraza Hinojosa, director general de la Conuee y primo del ex presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa.

 

24 HORAS buscó en las últimas semanas a los funcionarios, a través del Departamento de Comunicación, pero hasta el cierre de esta edición solamente informó que el nuevo titular de la Comisión es Odón de Buen y que los demás empleados de gobierno no están disponibles para entrevistas.

 

Confirmaron que Adolfo Chávez Andrade, director general adjunto de Fomento, Difusión e Innovación de la Conuee, no dejó su puesto con el cambio de gobierno.

 

Adriana Bravo Pimentel ya no labora ahí. La familia de la demandante pidió no insistir con las peticiones de entrevista de este diario.

 

De acuerdo con la demanda que Bravo Pimentel presentó en el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje del Distrito Federal el 17 de septiembre de 2012, en contra del entonces secretario de Energía, Jordy Hernán Herrera Flores, y o quien resulte responsable de dicho cargo, la Conuee, que dirigía Emiliano Pedraza Hinojosa, y contra Édgar Adolfo Chávez Andrade y quienes resulten responsables, los problemas comenzaron en octubre de 2011.

 

“Aproximadamente a principios del mes de octubre de 2011, Édgar Adolfo Chávez Andrade me coercionó a firmar diversos escritos de la Asociación Civil Ciudadanos por México AC, presionándome que de no hacerlo, no podría disfrutar de mis vacaciones a las cuales legalmente en ese momento tenía derecho, y prescindiría de mis servicios por no cumplir con las órdenes que mi jefe directo me estaba dando, argumentándome que él no podía firmarlos porque era yo quien llevaba la vinculación”, dice la demanda.

 

“Lamentablemente, en ese momento yo desconocía que en dicha asociación Chávez Andrade funge como presidente y obtiene apoyos económicos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), justificando con dichos escritos presencia estatal de su asociación, la cual es inexistente”.

 

Los cuestionamientos de Bravo Pimentel no cayeron bien en el funcionario, quien de acuerdo con fuentes de la Conuee y empresarios que tenían que hablar con él, presumía amistad cercana con el primo del entonces Presidente de México.

 

“En el mes de enero de 2012 me enteré que me encontraba embarazada (…) mi ginecólogo me ordenó que debería tener cuidados especiales por tener un embarazo de alto riesgo”.

 

Las cargas de trabajo no disminuyeron, al contrario.

 

“Por las excesivas cargas de trabajo, lamentablemente perdí a mi bebé y tuve, por instrucciones médicas, una incapacidad de siete días, teniendo reposo absoluto, en los cuales -cabe destacar- jamás dejaron de pedirme que cumpliera con mi trabajo y tuve que hacerlo desde mi hogar”.

 

Le exigieron demostrar que no inventaba el embarazo, la pérdida del bebé y el reposo que le recetaron, por lo que su madre tuvo que llevar la incapacidad otorgada por el ISSSTE. La presión se mantenía.

 

Édgar Adolfo Chávez Andrade le dijo a la madre de la demandante que debía recuperarse rápidamente, porque había faltado mucho y el trabajo se estaba acumulando, y que ni él ni el director general de la Conuee la iba a esperar el tiempo que ella quisiera para recuperarse.

 

Adriana Bravo Pimentel dice en su demanda que tuvo que regresar y fue presionada nuevamente a firmar información que no correspondía con la realidad.