NUEVA YORK. Las herramientas más persuasivas de los publicistas, desde el sexo hasta bebés, fueron utilizadas el domingo durante el Ad Bowl.

 

Mientras los 49ers y los Ravens se disputaron el Super Bowl, los publicistas compitieron por la atención de los televidentes en el foro más importante del año en Estados Unidos, con anuncios de 30 segundos que llegaron a costar hasta 3.8 millones de dólares.

 

Cerca de 108.4 millones de personas vieron la victoria de los Ravens de Baltimore 34-31 sobre los 49ers de San Francisco.

 

Los otros programas más vistos en la historia de la televisión estadunidense fueron el Super Bowl del año pasado, por 111.3 millones de personas, y el de 2010, por 111 millones.

 

CBS esperaba lograr la hazaña por cuarto año consecutivo, pero en general el número de espectadores de futbol estadunidense cayó este año.

 

Sin embargo, como cada febrero el Super Bowl trascendió a su propia esencia deportiva para convertirse en el mayor escaparate televisivo del año.

 

Según la revista especializada en marketing Advertisting Age, CBS, cadena que emitió el choque, vendió cada bloque de 30 segundos de publicidad entre 3.7 y 3.8 millones de dólares, más de lo conseguido por NBC en 2012, 3.5 millones de dólares por spot.

 

NBC facturó 250 millones de dólares por los 45 minutos de anuncios emitidos durante el partido.

 

Cada edición las marcas se disputan los minutos de oro publicitarios para promocionar sus productos, un fenómeno que lejos de repeler a las audiencias, ha evolucionado hasta ser un espectáculo en sí mismo, una final paralela en la que está en juego el título del mejor anuncio y en la que el público y los críticos ejercen de jurado.

 

Los mensajes sobre automóviles como Hyundai, Audi y Toyota intentaron atraer la atención de las familias, mientras la cadena de electrónicos y electrodomésticos BestBuy apostó por el humor con la actriz Amy Poehler, en tanto que la fábrica de chocolates bañados de caramelo M&M mostró a su personaje característico junto a mujeres hermosas.

 

A su vez, la cervecera Budweiser presentó a aficionados de los 49ers y los Ravens creando un muñeco de vudú a la imagen del equipo rival con la ayuda de misteriosa figura en un bar y la fábrica de ropa interior Calvin Klein recurrió a la sensual imagen del modelo Matthew Terry pavoneándose en calzoncillos.

 

En el anuncio de Hyundai, difundido poco antes de la patada inicial, una familia se divierte maravillosamente en una camioneta. “Haz cada día épico con la nueva Santa Fe para siete pasajeros”, dice el narrador.

 

El mensaje de 60 segundos de Audi, transmitido en el primer periodo, muestra a un chico que gana confianza al conducir el Audi de su padre a la fiesta de graduación, en la que incluso besa a la reina del festejo.

 

Los caballos de Budweiser volvieron a aparecer en un anuncio que muestra el rencuentro de un hombre con su caballo después de varios años de alejamiento (fue considerado el mejor comercial del Ad Bowl, por publicaciones especializadas).

 

Doritos usó el humor en sus dos anuncios creados por participantes en un concurso. En uno de los mensajes, un papá juega a la princesa con su hija para conseguir unos Doritos. Algunos amigos del papá lo sorprenden, pero en lugar de mofarse, se ponen también a jugar. “¿Es ese mi vestido de boda?”, pregunta su esposa cuando los ve jugando.

 

La cadena de restaurantes Subway presentó celebridades, como el patinador olímpico Apolo Anton Ohno, la boxeadora Laila Alí -hija del legendario Mohamed Alí- y el basquetbolista Blake Griffin de los Clippers de Los Ángeles cuando intentan pronunciar una palabra que se les dificulta.

 

El programa destinado a promover el consumo de leche entre los niños -Milk Processor Education Program (MilkPep)- destacó al actor y luchador profesional Dwayne The Rock Johnson en un anuncio de 30 segundos donde el protagonista enfrenta varios obstáculos para conseguir leche.

 

Entre el apagón, un quarterback demasiado emocionado y un juego que pasó de ser aburrido a sensacional, CBS lo tuvo todo con el Super Bowl. Sin embargo, el partido se quedó a poco de lograr un récord de teleaudiencia, aunque sigue siendo el tercer programa más visto de la televisión estadunidense.

 

La falla eléctrica se convirtió inmediatamente en tema de bromas y preguntas en internet. Se calcula que hubo unos 47.7 millones de mensajes en los sitios de socialización durante el partido, según la empresa Trendrr TV, que registra la actividad en Twitter, Facebook y otras redes sociales.

 

La cifra supera por mucho la de 17 millones del año pasado y la de tres millones de 2010, agregó Trendrr.

 

Cuando Jacoby Jones devolvió la patada de salida de la segunda mitad para anotar un touchdown y le dio a su equipo la ventaja 28-6, el sueño de CBS de un récord de ratings parecía cada vez más remoto. Y luego se fue la luz en la mitad del estadio. El índice de audiencia de CBS retrocedió dos puntos completos según la medida que se hizo en las grandes ciudades.

 

Cuando volvió la luz, también lo hicieron los 49ers. El equipo caló rápidamente en el juego y el público de CBS, sin duda apoyados por los comentarios en los sitios de socialización.

 

CBS tuvo la fortuna de lograr el sueño de toda cadena que transmite un Super Bowl: un partido que no está decidido sino hasta la última jugada. (AP y EFE)