Una proteína maligna y microscópica encontrada en el tejido cerebral de algunos jugadores profesionales de futbol americano, quienes fueron examinados después de su muerte, puede detectarse en personas vivas mediante un escaneo cerebral.

 

Los investigadores dicen que encontraron una proteína llamada tau en el cerebro de cinco jugadores retirados de la NFL con distintos niveles de disfunciones cognitivas o emocionales.

 

Los investigadores utilizaron un método llamado tomografía por emisión de positrones (TEP), empleada regularmente para medir el alzhéimer incipiente.

 

Gary Small, profesor de Psiquiatría en el Instituto Semel para las Neurociencias y el Comportamiento Humano de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) y uno de los principales autores del estudio que se publicó en la revista American Journal of Geriatric Psychiatry, afirmó que lo más sorprendente fue el patrón específico de la proteína tau: “Era idéntico al que se ve en una enfermedad llamada encefalopatía traumática crónica, ETC, que solo se puede diagnosticar en la autopsia”, dijo Small.

 

La ETC es la enfermedad que probablemente tuvo que ver con las muertes de exjugadores de la NFL, como Dave Duerson, Ray Easterling, Shane Dronett y Junior Seau.

 

Lo que ha detenido a los investigadores durante años es que la proteína tau solo puede detectarse después de la muerte, el haberla encontrado en jugadores vivos es, para muchos investigadores, el “santo grial” de la investigación acerca de las conmociones cerebrales.

 

Los autores del estudio esperan que por medio de un diagnóstico por escaneo cerebral algún día se pueda detectar la ETC incipiente en todas las personas que tuvieron conmociones cerebrales.

 

Sin embargo, el estudio actual está rodeado de escepticismo y dudas que no disminuirán hasta que se examine a un grupo de estudio más numeroso en futuras investigaciones. CNÑ

 

Harvard también investigará 

 

La Asociación de Jugadores NFL, alarmada por la muerte temprana de sus miembros, estimada en 20 años menos que el americano promedio, ha decidido apoyar con cien millones de dólares a la Universidad de Harvard para que realice una investigación para tratar de prevenir las enfermedades que aquejan a los futbolistas.

 

Aunque lesiones, fracturas, problemas cardíacos y en las articulaciones son algunos de los problemas más frecuentes, lo más importante será mitigar una enfermedad que ha sido denominada encefalopatía traumática crónica (ETC), una especie de Alzheimer, que se cree que es causada por repetidos golpes en la cabeza. Se ha relacionado con el comportamiento errático, depresión y muerte de varios ex jugadores, entre ellos Junior Seau, linebacker de los Patriotas de Nueva Inglaterra y otros equipos que se suicidó en mayo.

 

Pero los problemas de salud son muchos más. Innumerables jugadores sufren del abrasador y debilitante dolor en las articulaciones y dependen en gran medida de los medicamentos antiinflamatorios y analgésicos, dijeron funcionarios sindicales. Muchos otros luchan con trastornos cardíacos relacionados con el entrenamiento de fuerza extrema común en la NFL.

 

Hace unas semanas, la familia de Seau, presentó una demanda contra la NFL alegando que su suicidio fue producto de esta enfermedad cerebral ocasionada por los golpes en la cabeza y que la liga no previno.

 

Seau se retiró en 2009 y se suicidó en mayo de 2012 a los 43 años. Los exámenes cerebrales, dados a conocer este mes, revelaron que sufría de ETC.

 

Riddell Inc., la compañía que fabrica cascos para la NFL también fue demandada por los Seau, que dicen que la firma fue “negligente en su diseño, pruebas, armado, fabricación, mercadeo e ingeniería”.

 

La familia va más allá y menciona a NFL Films por promover la brutalidad del deporte y de crear la impresión de que pegar golpes fuertes “es una medalla de honor que no afecta seriamente la salud”.

 

“Sabemos que esta demanda no nos devolverá a Junior. Pero enviará un mensaje de que la NFL tiene que preocuparse por sus ex jugadores, reconocer sus décadas de engaños sobre el tema de las lesiones cerebrales y la seguridad de los jugadores, y hacer que el deporte sea más seguro para las generaciones futuras”.