La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se marchó hoy de forma anticipada de Chile, donde participaba en la Cumbre Celac-UE, debido a un incendio en una discoteca que dejó al menos 245 muertos, confirmaron fuentes oficiales.
Rousseff canceló su agenda en la cumbre y abordó un avión que la llevará directamente al lugar de la tragedia, la ciudad de Santa María, en estado de Río Grande do Sul.
“Quien necesita de mí en este momento es el pueblo brasileño. Le pedí a todos los ministros ayudar en todo lo que puedan y trasladarse allá, y yo también estaré allá”, aseguró Rousseff en declaraciones que concedió a medios brasileños en Chile.
El regreso anticipado de Rousseff le obligó a cancelar su agenda en la cumbre, en la que tenía planeado sostener un encuentro bilateral con el primer ministro francés, Jean Marc Ayrault.
También tenía previsto reunirse con el presidente boliviano, Evo Morales, y con autoridades de Letonia, informaron fuentes de la cancillería brasileña.
El canciller venezolano, Elías Jaua, expresó en Chile, donde asiste a la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños y la UE, las condolencias del gobierno de su país con el pueblo brasileño por la tragedia.
“Desde Venezuela, desde nuestro gobierno y nuestro pueblo, un abrazo solidario y fraterno al hermano pueblo de Brasil”, dijo Jaua en unas declaraciones a los periodistas.
Jaua explicó que el presidente chileno y anfitrión de la cumbre, Sebastián Piñera, informó a los jefes de Estado y de gobierno que participan en el encuentro del regreso de Rousseff a su país.
El incendio ocurrió en una discoteca de Santa María, en el sureño estado de Río Grande do Sul, fronterizo con Uruguay y Argentina, en la que se realizaba una fiesta de los estudiantes de diferentes cursos de la Universidad Federal de Santa María.
Las llamas provocaron pánico entre las más de mil personas que estaban en la discoteca que corrieron hacia las puertas de salida, en donde algunas murieron pisoteadas.