El narcotraficante del antiguo cártel de Guadalajara, Ernesto Fonseca Carrillo, conocido como “Don Neto”, continuará su condena en un penal de máxima seguridad ya que le negaron la libertad preparatoria o la prisión domiciliaria tras no haber prosperado el amparo que obtuvo en el 2011.

 

El pasado cuatro de octubre de dicho año, Fonseca Carrillo obtuvo una sentencia de amparo que ordena a la autoridad penitenciaria que pondere los estudios criminológicos, médicos y de trabajo social realizados al narcotraficante.

 

Dicho amparo fue enviado al penal de máxima seguridad de Ocampo, en Guanajuato, pero no fue acatado, por lo que se estaría incurriendo “en un delito que contempla el Código Penal Federal, que se llama abuso de autoridad”, según acusó el abogado del capo, José Castañeda.

 

El litigante relató en entrevista con Radio Fórmula que debido a que “Don Neto” cuanta con 82 años de edad, de los cuales 25 los ha pasado en prisión, éste podría cumplir su condena en prisión domiciliaria, y señaló que el otro beneficio al que puede acceder es a la libertad preparatoria.

 

El abogado afirmó que su cliente fue absuelto del delitos contra la salud, pero con motivo de las reformas y la entrada en vigor de la Ley General de Salud, salió la figura delictiva de narcotráfico del Código Penal, por lo que “no hay ninguna causa por la que no pueda tramitar y, quizá obtener, el beneficio de libertad preparatoria.”

 

Ayer la hija del antiguo líder criminal del extinto grupo criminal de Guadalajara, Yoanna Fonseca Valencia, señaló que las autoridades del Poder Ejecutivo “transgreden seriamente” el Estado de Derecho al hacer burla de la sentencia.

 

En un comunicado, la hija de “Don Neto” precisó que la sentencia de amparo dicta a la autoridad judicial que Fonseca Carrillo cumpla el resto de su sentencia en un Centro de Mínima Seguridad en el Estado de Jalisco (lugar cercano a su domicilio).

 

No obstante, acusa Fonseca Valencia, el nueve de enero de este año, se ordenó el traslado de Fonseca Carrillo, al Centro Federal de Reinserción Social Número 12, ubicado en Ocampo, Guanajuato, mismo que es de “Súper Máxima Seguridad, y con ello, por supuesto, tampoco se cumple con la sentencia de amparo”.