Ocho goles en la primera vuelta y una gran capacidad resolutiva, han convertido al mexicano Carlos Vela en la principal figura del club Real Sociedad.

 

Con tan buenas cifras y tan brillante desempeño, lo lógico sería pensar en un regreso a la selección mexicana, pero con Vela poco ha sido lógico hasta el momento.

 

Si Jesús Ramírez decidió confiar en él la delantera del tricolor en el Mundial sub-17 de Perú 2005, fue porque desde la adolescencia ya apuntaba grandes cualidades ofensivas. El sacrificado resultó nada menos que Javier Chicharito Hernández, y Vela respondió a la confianza erigiéndose campeón goleador del torneo.

 

Visto su potencial, fue fichado por el Arsenal y comenzó un larguísimo periplo de préstamos. Estuvo cedido en Salamanca, Osasuna, West Bromwich, en los dos primeros con prometedores resultados, pero cada que volvía al Arsenal era para estar sentado.

 

Aun así, la selección mexicana estuvo abierta para él incluso como titular en el proceso rumbo a Sudáfrica 2010. Los problemas comenzaron tras el Mundial; primero una sanción disciplinaria de la Federación Mexicana de Futbol y después una serie de decisiones de Vela que dejaban ver su falta de interés en portar la casaca verde (por ejemplo, la renuncia a acudir a los Olímpicos de Londres 2012).

 

Vela se creó fama de rebelde, de poco comprometido, de inmaduro, de fiestero, de indolente, y en su contra se generó un fuerte ambiente en el contexto futbolístico mexicano (diría él después que se le maltrató en los medios de comunicación de nuestro país).

 

Por ello, en cuanto ha llegado su gran temporada europea, las opiniones son divididas respecto a su eventual regreso a una convocatoria. En otra época, México hubiera suplicado a cualquiera de nuestros futbolistas triunfando en España para portar la casaca verde; en estos momentos, y aún bajo el entendido de que Vela añadiría demasiado talento al cuadro nacional, no es indispensable.

 

Que lo ideal sería contar con él en el ataque, nadie puede dudarlo… La incógnita es cuál Vela vendría: el que ahora en la Real Sociedad da la sensación de estar sólo enfocado en la cancha y preocupado por ser útil al equipo, o el que parece jugar para cumplir con un trámite y lo hace cual si hiciera un favor a quienes lo ven.

 

Si Chepo de la Torre consigue rescatar al primero de estos Velas, México gana. En todo caso y ante un inminente llamado al Tri, el atacante cancunense habrá de tener claro que difícilmente llegará otra oportunidad. Tendrá que mostrar finalmente el mismo talento en la cabeza que el que, todos sabemos, posee en las piernas.

 

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