Una corte de apelaciones revocó el domingo la cadena perpetua impuesta a Hosni Mubarak y ordenó un nuevo juicio para el depuesto gobernante de Egipto por el cargo de no impedir los asesinatos de cientos de manifestantes durante la revuelta que devino en el derrocamiento de su régimen.

 

El fallo, leído por el juez Ahmed Alí Abdel-Rahman, resucitó la polarización en torno a la justicia para el ex gobernante —y las principales autoridades de seguridad del gobierno anterior— en un país que continúa inmerso en la turbulencia política y las dificultades económicas dos años después de la caída de Mubarak.

 

El ex presidente, que se encuentra en un hospital militar, no saldrá libre con la decisión de la corte; permanecerá detenido mientras se le investiga por los cargos de otro caso no relacionado. Mubarak, de 84 años, estuvo en 2012 cerca de la muerte, según diversas versiones de prensa, aunque se desconoce su actual estado de salud.

 

Un reducido grupo de simpatizantes de Mubarak aplaudió y lanzó vivas tras la lectura del nuevo fallo en la sala de la corte.

 

Estas personas gritaban a coro “viva la justicia” mientras exhibían retratos del ex presidente. Otros simpatizantes mostraron su alegría por el fallo y se reunieron afuera del hospital donde permanece Mubarak, mientras repartían dulces a transeúntes y automovilistas. El hospital se ubica a un lado del Nilo, en el distrito de Maadi.

 

La corte de apelaciones no dio a conocer los argumentos de su decisión, aunque se prevé que lo haga después. No se ha fijado la fecha para el nuevo juicio contra Mubarak.

 

El fallo de la apelación en este sentido era ampliamente previsible. Cuando Mubarak fue declarado culpable y sentenciado a cadena perpetua, en junio de 2012, el juez mismo había criticado los argumentos presentados por la fiscalía; dijo que carecía de evidencia concreta y que nada de lo expuesto en el tribunal mostraba que la policía hubiera asesinado a los manifestantes.

 

El veredicto del domingo también concede la apelación al jefe de seguridad de Mubarak Habib el-Adly, quien también fue sentenciado a cadena perpetua después de que se le condenara por los mismos cargos. También volverá a ser juzgado.