La moda es una herramienta que utilizamos para expresar nuestra belleza interna, el color y la energía que llevamos dentro se manifiestan mediante este canal de expresión a través de la creatividad de la cual gozamos.

 

Hemos sido testigos de mentes extraordinarias en la moda, cada una con su sello y su particular forma de crear; resulta inspirador admirar la personalidad y esencia de alguien mediante una pasarela, una boutique, una sesión de fotos o una particular manera de vestir. Como bien lo dijo Gandhi y nos recordó Marcela en entrevista: “Un hombre no es más que el producto de sus pensamientos, en lo que piensa se convierte”, publica El Fanzine en su número de octubre.

 

Sería apropiado partir de esta premisa para hablar de Marcela Gutiérrez, una de las más frescas y bellas mentes en el mundo de la moda actualmente, misma que ha encontrado en la acuarela una salida a la belleza.

Marcela nació en Florida en el año 1978, vivió hasta la edad de 18 años en Guatemala y persiguió su instinto creativo hasta la ciudad de Monterrey en nuestro país. Su formación académica es bastante interesante, al territorio regio llegó con la ilusión de estudiar arquitectura, misma que dos años después depositaría en la carrera de diseño gráfico.

 

A lo largo de este proceso educativo Marcela identificó su pasión por la moda y la ilustración, y siguiendo los pasos de sus fuentes de inspiración –McQueen y Galliano– decidió ingresar a Central Saint Martins –en Londres– para complementar su poder creativo.

 

“La inclinación por la ilustración ha estado presente en mi vida desde que me acuerdo, adoro dibujar desde pequeña, de hecho me preocupé por que todo lo que estudiara incluyera de alguna manera u otra el dibujo”.

Una vez enrolada en su camino Marcela ya nunca se detuvo, mientras estudiaba en Saint Martins realizó un internado con Marc Jacobs y Nylon Magazine en Nueva York, así como con Luisa Beccaria en Milán.

 

Al graduarse de la carrera de diseño de modas su siguiente paso fue colaborar y trabajar con Alexander McQueen y John Galliano; vaya paso agigantado. “Me siento orgullosa, muy feliz y afortunada. Es una maravilla poder colaborar con quien admiro.  Me da la sensación de que no hay límites. Me queda muchísimo por hacer, siento que esto es solo el comienzo”. Contar la historia de Marcela sin hablar de su trabajo la hace parecer ficción, ¿cómo alguien con tan poco tiempo en el medio dio un salto tan grande? Una pregunta que de inmediato encuentra respuesta al admirar una ilustración de la artista.

 

La acuarela es una de las técnicas más complicadas de dominar, el manejo del color y los tiempos de secado del material son difíciles de entender y de utilizar a favor; pero si se llega a manejar con naturalidad esta técnica da uno de los resultados visuales más bellos en el mundo del arte. Marcela lo domina a la perfección, a tal grado que se puede hablar de hiperrealismo e impresionismo en su obra: “Me encanta la combinación de los dos, es lo que intento lograr con mi trabajo”.

 

Las ilustraciones, producto de la belleza interna de Marcela, gozan de una paleta de colores muy amplia; de hecho pareciera no tener límites ya que en cada pieza se pueden apreciar diferentes sensaciones y texturas. Pero existe un elemento en el trabajo de esta artista que la destaca enormemente, que la hizo saltar de una editorial en Metal o Vogue a realizar un comercial para Beyoncé y tener wallpapers en las tiendas de Prada en Nueva York y Los Ángeles, ese elemento es la mirada.

 

¿Cómo plasmar la mirada de una persona en papel? “Para mi los ojos son muy importantes, los trato con mucho respeto y sensibilidad, a mi me da la sensación de que logran comunicar a través de una imagen bidimensional. El sentimiento con el que los plasmo inevitablemente transforma una representación simple de unos ojos en una expresión de los ojos. Intento siempre capturar la mirada de una persona aunque involuntariamente a lo mejor también capto la mía. Veo a las personas en general con candidez y lo intento plasmar en mis dibujos, realzando la belleza. Siento que con una mirada los dibujos adquieren vida, y posiblemente se genera una comunicación entre el objeto de mi pintura y la persona que aprecia la obra.”

 

El trabajo de Marcela Gutiérrez habla por sí solo, vale mucho la pena sumergirse en él y seguir su evolución; pocos personajes del mundo de la moda hoy en día expresan tanta sinceridad, estilo, calidad y moda en su propuesta. Para seguir más de cerca su trabajo visita marcelagutierrez.com.