ZURICH. La FIFA impuso el martes sendas multas de aproximadamente 40 mil dólares Bulgaria y a Hungría, y ordenó que las selecciones de esos países jueguen en estadios vacíos un partido de la eliminatoria mundialista, luego que sus aficionados profirieron insultos racistas y antisemitas contra equipos rivales.

 

Los castigos se anunciaron en un momento en que varios futbolistas y organizaciones que luchan contra la discriminación han exigido una respuesta más severa de las autoridades contra los actos de los hinchas en los estadios. Recientemente, han surgido dos casos de racismo, en Italia y Serbia.

 

“La FIFA condena vehementemente todas las formas de racismo en el fútbol, no tolerará variante alguna de discriminación y dará a estos casos una respuesta firme por parte de sus autoridades correspondientes”, afirmó el organismo regulador del fútbol en un comunicado.

 

El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, dijo la semana pasada que “las sanciones deben consistir en la pérdida de puntos o algo similar”, a fin de ratificar la postura del organismo, de tolerancia cero hacia el racismo y la discriminación.

 

Bulgaria fue multada con 38 mil dólares y Hungría con 43 mil 400.

 

Un grupo de seguidores búlgaros emitió sonidos semejantes a los de un mono para insultar al zaguero danés Patrick Mtiliga, de raza negra, durante un partido de la eliminatoria mundialista, disputado el 12 de octubre en Sofía. Bulgaria, que está en el mismo grupo que Italia, jugará a puerta cerrada el cotejo del 22 de marzo, cuando recibe a Malta.

 

Varios aficionados húngaros corearon cánticos antisemitas y supuestamente mostraron banderas iraníes durante el encuentro del 15 de agosto, en Budapest. El castigo a Hungría se aplicará el 22 de marzo, durante el partido contra la vecina Rumania.