En el círculo más cercano del presidente Enrique Peña Nieto tienen una certeza y una duda. La certeza es que el priista que les garantiza el triunfo en Baja California, en las próximas elecciones de gobernador, se llama Jorge Hank Rhon. La duda es si el PRI, y sobre todo Peña Nieto, podrían pagar el costo político de postular a un candidato que, aún con toda su popularidad local, a nivel nacional se convierte en un fuerte lastre político para el Presidente y su partido.

 

Según colaboradores presidenciales cercanos y encuestas que manejan en el CEN del PRI, el posicionamiento de Hank Rhon lo coloca en ventaja sobre los otros aspirantes priistas que, según el dirigente estatal, René Mendívil, serían el diputado Fernando Castro Trenti, el ex legislador Humberto Lepe, y los alcaldes Enrique Pelayo, Carlos Bustamante y Francisco Pérez Tejada.

 

La mayor disputa se daría entre Hank y Castro Trenti que, amén de la rivalidad política, sostienen una enemistad pública y conocida en el estado. Contra la popularidad de Hank en las encuestas, Castro Trenti tiene a su favor el trabajo político que ha realizado en el estado en los últimos 15 años. Cuando en el PRI se olvidaron de Baja California y la dieron como “tierra perdida”, Castro se dedicó a operar desde las bases y fue construyendo un grupo político que fue artífice de la paulatina recuperación priista en Baja que culminó con el triunfo arrasador del PRI en los comicios de 2010 cuando le arrebataron al PAN los cinco municipios y la mayoría en el Congreso local.

 

El problema para Castro es que su eventual candidatura enfrentaría un boicot frontal de Hank, con todo su poderío económico. De hecho hay en el estado versiones que afirman que el polémico dueño del Grupo Caliente no tenía intención de buscar la candidatura y que, tras la muerte de su esposa María Elvia Amaya -su impulsora en la política- pensó retirarse de la actividad política; sin embargo, con su destape en octubre de 2012, Hank no sólo volvió al candelero público sino que su decisión tiene que ver con evitar también la candidatura de Castro Trenti.

 

Las dudas que en este momento tienen en Los Pinos y el CEN priista sobre qué harán con Baja California se podrían resolver eligiendo un tercero en discordia. Humberto Lepe es el político con más experiencia aunque muchos dudan de su efectividad electoral, y la opción entonces estaría entre los alcaldes Bustamante, Pérez Tejada o Pelayo, a quienes se les cuestiona, a uno por su avanzada edad, y a los otros por su juventud e inexperiencia.

 

Baja California y su elección han sido calificadas como “emblemáticas” para el PRI por su dirigente nacional César Camacho, pues fue ahí donde en 1989, con el triunfo del panista Ernesto Ruffo, comenzó la alternancia en los estados y el proceso político que después llevaría a la salida del PRI de Los Pinos en el año 2000.

 

Tal vez por eso ahora que están de regreso en Los Pinos quieran recuperar también el estado donde comenzó su tragedia electoral y exorcizar así ese fantasma. Pero la definición no es fácil y contra lo que digan los discursos oficiales, esa decisión se tomará en la casa presidencial donde tendrán que evaluar entre el bien mayor y el mal menor: recuperar Baja California de manera segura con Hank Rhon y pagar el costo de apoyar a un candidato con acusaciones y señalamientos públicos graves, lo que abriría un flanco de críticas contra el presidente Peña Nieto, o buscar a otro candidato que, tal vez sin ser tan seguro, le resulte menos costoso al Presidente.

 

NOTAS INDISCRETAS… Los Congresos de dos estados más, Tamaulipas y Estado de México, aprobaron ayer la reforma educativa, con lo que suman ya siete legislaturas que dan su aval a las modificaciones constitucionales. Lo interesante es que en Tamaulipas la reforma se aprobó por unanimidad, incluyendo el voto de los diputados de Nueva Alianza que en ningún estado han votado a favor y más bien se han abstenido. Mientras en Toluca los seis diputados aliancistas se abstuvieron y rechazaron el contenido de la reforma, en Tamaulipas los cuatro legisladores del partido de la maestra Gordillo votaron a favor, aún con las presiones que recibieron del dirigente local del SNTE, Rafael Méndez. Es decir, que en el Congreso tamaulipeco sí hubo operación política o que sí hay gobernador… Los dados siguen con Escalera. Buen arranque de año.

 

 

One reply on “La duda de Peña”

Comments are closed.