WASHINGTON. El líder de la mayoría demócrata en el Senado de EU, Harry Reid, alertó hoy de que el país va hacia el “abismo fiscal” por la falta de avances en las negociaciones bipartidistas e instó a los republicanos a presentar un plan que pueda ser aprobado por ambas Cámaras del Congreso.

 

“Parece que ahí (al abismo fiscal) es hacia donde nos dirigimos”, afirmó Reid al abrir una sesión del Senado que en principio no tiene en su agenda para hoy ningún debate o votación sobre el tema del “abismo fiscal”, como se conoce a la subida de impuestos y recortes de gastos que entrará en vigor en enero a falta de acuerdo.

 

El senador criticó duramente a la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos y que no tiene sesión programada para hoy, y acusó a los legisladores conservadores de quedarse en sus estados “viendo películas” en lugar de viajar a Washington para intentar cerrar un pacto que evite el “abismo fiscal”.

 

Los líderes republicanos de la Cámara baja tienen previsto realizar hoy una conferencia telefónica para abordar el tema del “abismo fiscal”.

 

Reid también declaró que la Cámara baja está “bajo la dictadura” de su presidente, el republicano John Boehner.

 

Boehner ha comentado que ahora es el Senado el que debe hacer el siguiente movimiento en las negociaciones fiscales, mientras que para Reid es responsabilidad de los republicanos hacer una oferta que pueda ser aprobada por las dos Cámaras del Congreso.

 

Por su parte, el presidente de EU, Barack Obama, llegó hoy poco antes del mediodía a Washington tras interrumpir sus vacaciones familiares en Hawai para intentar un acuerdo fiscal de última hora con los republicanos.

 

Este miércoles, todavía desde Hawai, Obama habló por teléfono con Reid, Boehner, la líder de la minoría demócrata en la Cámara baja, Nancy Pelosi, y el líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, según informó hoy la Casa Blanca.

 

Si no hay un acuerdo antes del 1 de enero, las subidas generalizadas de impuestos se producirán como consecuencia del vencimiento de exenciones aprobadas hace una década durante la presidencia de George W. Bush.

 

Por su parte, los recortes automáticos del gasto público fueron acordados por el Congreso en el verano de 2011 como mecanismo de presión para forzar un acuerdo bipartidista, que nunca llegó, sobre la reducción del déficit presupuestario y la deuda.

 

Los analistas alertan de que este abrupto ajuste fiscal podría devolver a Estados Unidos a la recesión en el momento más inoportuno, cuando su economía todavía se está recuperando con lentitud de la grave crisis de 2008.

 

Wall Street abrió hoy sin rumbo claro y el Dow Jones, su principal indicador, descendía un tímido 0,06 % a la espera de que se reanuden las negociaciones en Washington para evitar el temido “precipicio fiscal”.