Tras la conferencia de respecto a la reforma educativa de Elba Esther Gordillo, presidenta del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), el presidente del Partido de la Revolución Democrática se refirió a la lideresa magisterial como una “loba que salió de su madriguera” y aseguró que la propuesta es una amenaza pero a los “privilegios indebidos de una dirigencia sindical que, por cierto, andaba en un crucero”.

 

 

A través de su cuenta en Twitter y por otros medios, el dirigente del PRD dijo Gordillo mostró su verdadera cara y salió a defender sus intereses caciquiles, e ironizó sobre la postura que mostró ayer al defender los derechos de los trabajadores de la educación y la democracia.

 

 

“Cuando se habla de la recuperación del control de la educación por parte del Estado mexicano, lo que se quiere justamente  decir es que lo que debemos evitar es que se siga privatizado por una mafia sindical y que en todo caso regrese a ser un asunto de interés público”, dijo Zambrano.

 

Otras posturas…

Francisco Arroyo Vieyra, presidente de la Mesa directiva de la Cámara de Diputados descartó que la reforma educativa, avalada esta madrugada, tenga algún destinatario y consideró que si lo tuviera estaría destinada al fracaso.

 

“Nos atrevimos como institución a tocar uno de los puntales que la sociedad mexicana nos estaba exigiendo que revisáramos”, añadió del diputado del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

 

Por separado, el coordinador del PRI en esa misma cámara, Manlio Fabio Beltrones, afirmó que “quienes se oponen a la reforma educativa buscan salvaguardar sus derechos particulares, pero no se oponen a la mejora de la calidad educativa”.

 

Señaló que la reforma aprobada por los diputados no puede calificarse como un perjuicio a los derechos de los trabajadores, como ha señalado la lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo.

 

El presidente de la Confederación Patronal de México (Coparmex), Juan Pablo Castañón, que ha mostrado el apoyo a la reforma, prevé que en diez años se notará la evolución de la capacitación y valoración de la planta docente del país.

 

“Nosotros tenemos que considerar que esto será el inicio de un proceso en el que vamos a elevar el nivel de la educación. Pero tendrá que ser un cambio paulatino de 10 años para tener calificaciones de las pruebas Enlace y PISA, de acuerdo con nuestra economía y a lo que aspiramos como mexicanos”, expuso.