El Monterrey logró finalizar en tercera posición en el Mundial de Clubes disputado en Japón: lugar casi excepcional para un cuadro mexicano, aunque no por ello sensacional.

 

Es evidente que las únicas ligas que están por delante de la de nuestro país, se pueden ubican en Europa y Sudamérica. De tal forma, lo mínimo aceptable para los cuadros nacionales sería siempre cerrar este certamen al menos en el sitio 3, cosa que ha sido demasiado complicada.

 

El futbolista mexicano ha demostrado un genuino cambio de carácter y una superior capacidad para jugar como visitante, obteniendo a partir de eso grandes resultados en diversos torneos, pero todavía no en el llamado Mundialito. Si acaso, las únicas grandes campanadas que México ha dado en este torneo se dieron en la primera edición, disputada en el 2000, cuando Necaxa empató con Manchester United en la primera ronda (cotejo en el que fue expulsado David Beckham) y posteriormente ganó el tercer sitio al Real Madrid en la definición por penales.

 

Todo lo demás han sido derrotas contra cuanto sudamericano o europeo ha aparecido en el camino e, incluso, contra rivales asiáticos y africanos, algo que no está a la altura de lo que se supone de calidad al futbol mexicano.

 

El Monterrey cerró con dignidad al imponerse al más laureado equipo de África, que es el egipcio Al Ahly. Tres días antes de eso, el Chelsea pasó por encima de unos rayados con algo de pánico escénico y toda posibilidad de sorpresa regiomontana lució lejanísima (incluso Aldo De Nigris admitió: “empezamos con mucho respeto, casi temerosos”).

 

¿Qué sucede con el Mundial de Clubes? ¿Por qué no llega ahí la gran actuación mexicana? ¿Por qué tanto y tan identificable aplomo de nuestros equipos se desvanece sólo llegar a esta competición? Algunos culpan al momento en que se disputa, aunque igual de incómodo resulta a los demás. Otros señalan que los sudamericanos (a los que se ha vencido infinidad de veces) tienen la ventaja de no disputar cuartos de final y entrar directo a la ronda semifinal. La realidad es que México no siempre –o quizá nunca- ha sido representando por quien mejor se encontraba en ese específico momento, pero obviamente no va a ir quien esté a plenitud un mes antes, sino quien califique en la Concachampions en abril (tal como los europeos no podrán decir hoy que este Chelsea no era su mejor embajador).

 

Otro Mundial de Clubes se ha disputado con México nuevamente presente. El Monterrey logró un puesto casi inédito para nuestro futbol, aunque eso parece saciar poco a todos, empezando por su propia afición… Y es que se puede más. Mucho más.

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