El Manchester United se deshizo sin excesivas dificultades del Sunderland en Old Trafford, con un marcador de 3 a 1, para mantenerse como líder de la liga inglesa con seis puntos de ventaja sobre sus vecinos del Manchester City.

 

Con goles del holandés Robin Van Persie y los ingleses Tom Cleverley y Wayne Rooney, los “diablos rojos” firmaron su sexta victoria consecutiva en la Premier.

 

Los de Alex Ferguson, que viven uno de sus momentos más dulces de la temporada, saltaron al campo sabiendo que el City había recortado la distancia respecto a ellos hasta los tres puntos, pero no tardaron en demostrar a sus aficionados que no les van a poner fácil a los de Roberto Mancini alcanzarles en lo alto de la tabla.

 

El entrenador escocés volvió a escribir un guión antes del duelo que sus jugadores supieron cumplir a la perfección: ahogar al rival en el primer tramo del encuentro hasta adquirir una ventaja suficiente para amarrar el resultado en la segunda parte.

 

Los “diablos rojos” se esforzaron tanto por solventar el partido lo antes posible que al cuarto de hora de juego el balón parecía rodar en una única dirección, la de la meta del arquero visitante, el belga Simon Mignolet.

 

La presión de los locales dio resultado en el minuto quince, cuando el inglés Ashley Young trazó un centro horizontal desde la banda izquierda hacia el centro del área rival.

 

El tiro de Young era un balón aparentemente fácil para la defensa del Sunderland, pero el irlandés John O’Shea falló en el rechace y regaló el cuero a un Van Persie colocado en el lugar adecuado.

 

El holandés, al filo del área pequeña, no dio una segunda oportunidad a los visitantes y clavó el balón en la red para sumar el primero de los “diablos rojos”, que no aflojaron en su empeño de asaltar la meta de Mignolet.

 

Tan solo cuatro minutos después, una jugada colectiva al borde del área en la que se sucedieron varios pases veloces, de precisión milimétrica, acabó con el balón controlado por el inglés Tom Cleverley, que encaró al arquero belga con garantías para marcar el segundo de la tarde.

 

Los “diablos rojos” parecían capaces de firmar una goleada contra el Sunderland en Old Trafford, pero el 2-0 era un resultado acorde con las espectativas del pragmático Ferguson, y los locales redujeron una marcha para aminorar la velocidad en el partido.

 

El inicio del segundo tiempo volvió a ver cómo los locales asfixiaban a la defensa visitante, con Rooney, que había sufrido una enfermedad leve esta semana, especialmente inspirado en el ataque.

 

Fue el inglés quien, con ayuda de su compañero Van Persie, con el que forma una de las parejas más letales de la liga inglesa esta temporada, anotó el tercero en un momento en el que parecía que el United comenzaba a relajarse de nuevo.

 

El holandés se aprovechó de un exceso de confianza de dos defensores visitantes para superarles dentro del área y tocó el balón hacia atrás para que Rooney metiera el pie y anotara el tercero.

 

El resultado dio tranquilidad a los “diablos rojos”: tanta, que la defensa local estaba dormida cuando, a veinte minutos del final, el inglés Fraizer Campbell remató de cabeza, casi sin oposición, el único gol del Sunderland en su visita a Old Trafford. (EFE)