El conflicto entre los trabajadores del diario EL PAÍS y los directivos de la casa editorial ha subido de tono durante las casi cuatro semanas que han durado las negociaciones entre las partes.

 

Desde inicios de octubre pasado la empresa anunció el despido de 149 periodistas, es decir, casi un tercio del total de la plantilla. El plan de la empresa implica el cierre de cuatro de las cinco sedes que mantenía fuera de Madrid (Sevilla, Santiago de Compostela, Valencia y Bilbao).

 

La comunicación oficial del plan de despidos despertó una indignación sin precedentes en la redacción de EL PAÍS, el diario más importante de habla hispana y un icono de la transición democrática de España.

 

La afirmación del fundador del periódico y ahora presidente de la cabecera, Juan Luis Cebrián, que cobra 13 millones de euros al año, de que la plantilla vivía “demasiado bien” disparó una serie de medidas inéditas en los conflictos sindicales en prensa escrita.

 

El director de EL PAÍS, Javier Moreno, explicó en una entrevista con el diario Frankfurter Allgemeigne Zeitung que los despidos respondían solamente a la crisis del sector y que no tenían nada que ver con la gestión de Juan Luis Cebrián al frente de Grupo PRISA, editor de EL PAÍS. La acción de Grupo PRISA ha perdido el 90% de su valor desde que salió al mercado bursátil. Ahora se cotiza a solo 30 céntimos de euro.

 

La reprobación de Cebrián, la petición expresa de la dimisión a Javier Moreno (que Moreno rechazó al argumentar que su función responde exclusivamente a los accionistas y Consejo Ejecutivo de la compañía y no a los periodistas), la entrega de cartas a los lectores donde se denuncia el plan de despidos (que apenas y se ha publicado en las páginas del diario) son algunas de las medidas que la redacción de Madrid, la sede central del diario, ha tomado en las últimas semanas. En España, desde el anuncio de un plan de despidos hasta la ejecución de los mismos hay un plazo de 4 semanas.

 

RECUERDAN EL PRECIO DE NO ASISTIR A LABORAR

 

En las últimas dos semanas, la redacción de EL PAÍS ha guardado un minuto de silencio frente a la oficina del director adjunto Vicente Jiménez a partir de que el director llama a la reunión de primera, a las seis de la tarde.

 

Separados solo por los cristales de la oficina, los periodistas aumentaron la presión sobre los directivos, que hacen llamadas a corresponsales y colaboradores para “recordarles” el precio de que no firmaran una crónica o decidieran no asistir a trabajar.

 

La dirección también busca a otros colaboradores, como Santos Juliá, para “recomendarle” que retire algunas frases de su columna. Jiménez argumentó ante el comité de redacción que estos actos no son presión ni censura, sino solamente “sugerencias”.

 

Hoy se difundió una carta firmada por el premio Nobel Mario Vargas Llosa y otras de las firmas más importantes del periódico (Javier Marías, Elvira Lindo y Maruja Torres, entre ellos) en el que transmiten su preocupación por estos actos.

 

ESCUCHAN HOY ÚLTIMA PROPUESTA

 

El Comité que representa a los trabajadores y la Empresa se reúnen hoy lunes para escuchar la última propuesta antes de que se ejecuten los despidos. Los periodistas aprobaron por un 92% la realización de una huelga los próximos 6, 7, y 8 de noviembre, es decir, en plenas elecciones de Estados Unidos.

 

La reunión entre los sindicalistas y los empresarios ha sido de tal tensión que dos coches de policía se apostaron frente a la redacción central de Miguel Yuste 40 a última hora de la tarde.

 

Los periodistas de EL PAÍS hoy no ha guardado uno, sino cinco minutos de silencio y después ha contado en voz alta hasta 149 a solo unos metros del director del diario, Javier Moreno, el director adjunto, Vicente Jiménez, y los subdirectores Berna González Harbour y Jan Martínez Ahrens, que apenas y miraban hacia el grueso de la redacción. Después de finalizar la cuenta, los periodistas estallaron en gritos de “¡Dimisión! ¡Dimisión!”.

 

CARTA ÍNTEGRA DIRIGIDA AL COMITÉ DE REDACCIÓN

 

“Os hacemos llegar esta carta que refleja nuestra preocupación por los acontecimientos que está viviendo El País y nuestro reconocimiento a la redacción.

 

Nosotros, colaboradores de el diario El País, queremos manifestar nuestra inquietud y malestar por los casos de censura que ha denunciado el Comité Profesional en los últimos días, vinculados al expediente de regulación de empleo que afectaría a un tercio de la plantilla.

 

Creemos que estos episodios suponen un paso más en el deterioro de los valores fundacionales de un diario crucial para las libertades y la democracia española que hoy es más necesario que nunca ante la profunda crisis económica, política e institucional que viven España y Europa. Pensamos que en esta tarea ha sido una referencia básica la profesionalidad y calidad de una redacción que a lo largo de los 36 años de vida de El País ha adquirido una experiencia imprescindible y obtenido un merecido prestigio nacional e internacional.

 

Nos parece que este modelo de periodismo no debe verse amenazado y que es necesario agotar todas las fórmulas posibles para hacer frente a la difícil situación que vive El País`.

 

Hasta aquí esta carta que firman: Julián Casanova, Jorge Edwards, el chileno, Diego Galán, Antonio García Maldonado, Marcos Giralt, Jordi García (SIC), Jordi Gracia, Almudena Grandes, Elvira Lindo, Diego Manrique, Javier Marías, Rosa Montero, Reyes Mate, Josep Ramoneda, José María Ridao, Manuel Rivas, Maruja Torres, Fernando Savater, David Trueba, Mario Vargas Llosa, Ángel Viñas”.