PEKÍN. El Comité Permanente de la XI Asamblea Popular Nacional (APN), el parlamento de China, anunció hoy la destitución de Bo Xilai como diputado del máximo órgano legislativo del país.

 

El Comité Permanente de la Asamblea Popular Municipal de Chongqing (suroeste) destituyó a Bo de su cargo de diputado en la APN a finales del mes pasado.

 

El cese de su cargo está en consonancia con la ley sobre diputados de la APN y de las asambleas populares locales, señaló un comunicado del Comité Permanente del parlamento en su actual sesión bimestral, reportó la agencia china de noticias Xinhua.

 

Con este procedimiento, Bo Xilai, un político que apuntaba hacia altos cargos dentro de la jerarquía gobernante china, ha perdido su inmunidad parlamentaria y a partir de ahora puede enfrentarse a un proceso criminal.

 

El exmiembro del politburó ya había sido expulsado del Partido Comunista (PCCh) el mes pasado tras ser acusado de abuso de poder y corrupción.

 

El PCCh acusó a Bo de “abusar de sus poderes” en el marco de la investigación judicial. “Sus actos han tenido graves repercusiones y han dañado extraordinariamente la reputación del partido y del Estado”, dijo en un comunicado.

 

Ambas decisiones allanan el camino para que el Ministerio Fiscal presente una acusación formal contra el veterano político por su implicación en la muerte del empresario británico, por la que podría ser condenado a una pena de prisión.

 

La carrera de Bo Xilai se vino abajo cuando siendo alcalde de Chongqing uno de sus colaboradores denunció en el consulado estadunidense de Chengdu, una ciudad cercana, una compleja trama que involucra a la esposa del político en el asesinato del británico.

 

El empresario Neil Heywood murió el pasado mes de noviembre tras ser envenenado con cianuro por la esposa de Bo, Gu Kailai, después de que, al parecer, el británico amenazara con matar al hijo del matrimonio en el marco de una pelea de negocios.

 

El 20 de agosto, Gu fue condenada a la pena de muerte, aunque en régimen de suspensión, lo que implica que podrá eludir la pena capital y sustituirla por cadena perpetua, si mantiene un buen comportamiento durante los próximos dos años.

 

El 24 de septiembre, el ex jefe de Policía, Wang Lijun, quien denunció la trama, fue condenado a 15 años de prisión por “violar la ley en beneficio propio, aceptar sobornos, abusar del poder y desertar”, después de que se declarara culpable, según la prensa oficial.