PARÍS. El presidente electo de México, Enrique Peña Nieto, justificó hoy la reforma fiscal que piensa llevar a cabo, caracterizada por la progresividad y la ampliación de la base de contribuyentes, para poder llevar a cabo políticas redistributivas de la riqueza.

 

La reforma pretenderá “favorecer a quienes menos tienen” y que “el Estado pueda tener un papel más importante” a la hora de aplicar “una política distributiva de la riqueza”, indicó Peña Nieto en la sede de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en París.

 

Aseguró que será una reforma “integral (…) que simplifique” el sistema fiscal actual y “revise las atribuciones” de las diferentes administraciones con la meta de que se traduzca “en mayores beneficios a la población”.

 

También indicó que se caracterizará por establecer “progresividad” y por “ampliar la base de contribuyentes”, aunque no quiso entrar en detalle, entre otras cosas para evitar especulaciones y porque tiene intención de buscar “consensos” y “experiencias” en diversos niveles de gobiernos.

 

En cuanto a los plazos, comentó que “los tiempos no están definidos”.

 

En un discurso ante los embajadores de los 33 países de la OCDE, y después de una elogiosa introducción del secretario general de la organización, el ex ministro mexicano Ángel Gurría, Peña Nieto desgranó las prioridades de su presidencia empezando por “la seguridad” que “ha sido un tema que ha significado la imagen de México en el mundo”

 

También habló de “reducir de manera sensible los niveles de pobreza”, de mejorar la educación, en particular en el nivel medio-superior y superior, de lograr mayores tasas de crecimiento económico, de impulsar la competencia, de universalizar la Seguridad Social para el desempleo o la jubilación, de potenciar el turismo o de reforzar los intercambios con el resto del mundo.

 

“Estoy convencido de que México tiene un gran potencial” y “puede colocarse en el centro de la atención” de “los países hermanos” y favorecer “una mayor presencia de inversión productiva” de empresas extranjeras, concluyó.

 

Peña Nieto contó que esta mañana estuvo también en la sede de la UNESCO en París, donde habló con su directora general, Irina Bokova, “un encuentro positivo que nos permitirá trabajar de forma muy cercana para lograr los grandes objetivos de mi Gobierno en materia educativa y en materia cultural”.

 

La OCDE le presentó a Peña Nieto hace unas semanas una serie de recomendaciones en las que sigue trabajando y que se concretarán, entre otras, en un documento en diciembre sobre políticas públicas que servirá de base para un seminario en enero que se celebrará en Ciudad de México.