La única colonia existente en Europa ha sido aprobada de forma provisional por la Unión de Futbol Europeo (UEFA) de cara a participar en mundiales y eurocopas. Sin embargo, la decisión definitiva respecto a si Gibraltar oficializa su selección de futbol se dará a mediados del 2013.

 

Hacia el 2007 ya fue negada esta condición a los gibraltareños al chocar con un artículo por entonces recién modificado por la UEFA: representar a un país no reconocido como estado independiente por la ONU. Años atrás, esta población de 29 mil personas había llegado hasta la última instancia de decisión y en ella sólo recibió votos favorables de los cuatro miembros británicos: Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte.

 

Lo de Gibraltar es una disputa con más de tres siglos de compleja historia. Cuando Carlos II de España murió sin descendencia y sin tener algún Habsburgo cerca que lo relevara, media Europa empezó a pelear por imponer monarca en la península ibérica. Finalmente se desató una guerra que involucró a ingleses, holandeses, bávaros, portugueses y franceses, tras lo cual la corona española recaló en un Borbón, Felipe V, pero en los tratados posteriores al conflicto las fronteras del continente cambiaron. En la paz de Utrecht, España cedió a los británicos territorios como la isla de Menorca y ese pedazo de tierra al extremo sur llamado Gibraltar. La salida inglesa al mediterráneo, aunque fuera con tan pequeña roca, sería básica en su inmediato dominio de mares y construcción de imperio.

 

Si Gibraltar consiguiera aprobación como selección 54 de UEFA, será la federación que represente al país menos populoso. De momento San Marino lo es con 32 mil habitantes, seguido por Liechtenstein (36 mil personas) e Islas Faroe (49 mil).

 

Precisamente el caso de las Faroe da fe a los gibraltareños y muchos más. Dicho archipiélago pertenece a Dinamarca pero ha contado desde finales de los ochenta con membresía absoluta para jugar futbol cual nación independiente.

 

Llegados a este punto es imprescindible remitirnos al concepto de “país deportivo”: regiones que no poseen autonomía política pero sí tienen derecho para tomar parte en ciertas competencias. En ese listado podemos enumerar a Puerto Rico, Hong Kong, Islas Guadalupe (son formalmente un departamento de Francia, pero han acudido a Copa de Oro), a catalanes y vascos, incluso a escoceses, galeses e irlandeses del norte que siempre han conformado su propia selección de futbol al margen del resto de los británicos. Gibraltar mismo sí es reconocido por federaciones como las de atletismo (IAAF), natación (FINA) y baloncesto (FIBA).

 

La decisión de UEFA llegará en momentos muy tensos en la relación de dicho peñón con España. Se sabe que ver a Gibraltar en eliminatorias mundialistas tendría un impacto mediático muy superior a cualquier discurso político, bloqueo comercial o decisión económica: ser equipo formal es hoy ser contemplado como independiente… Y se sabe que los españoles temen se llegue a mezclar dicho tema con la vieja solicitud de Cataluña y el País Vasco. El lunes mismo decían autoridades que buscan oficializar selecciones catalanas: “Lo de Gibraltar sienta un precedente jurídico a tomar en cuenta”.

 

Por lo pronto, los denominados llanitos, que dicen tener un jugador en cada tres habitantes y tradición futbolera de más de 120 años, son integrantes provisionales de la familia futbolera. Integrante que representa a un territorio de 6.8 kilómetros cuadrados. Dos veces y media el tamaño del Parque Olímpico en los pasados Juegos.

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