Ginebra. El Alto Comisionado de Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR) estimó hoy en 700 mil los sirios que cruzarán las fronteras a países vecinos para finales de este año, huyendo del conflicto armado que se ha recrudecido en las últimas semanas.

 

La predicción de esta cifra está basada en el constante aumento de refugiados que cruzan a diario las fronteras en un promedio de tres mil principalmente a Jordania, Turquía, Líbano e Irak, alertó en rueda de prensa el coordinador para Siria del ACNUR, Panos Moumtzis.

 

Hasta el momento se han registrado 294 mil sirios, 75 por ciento de ellos mujeres y niños, sin embargo, el ACNUR estima que cerca de medio millón de personas han abandonado ya el país árabe.

 

Ante el éxodo de sirios y la llegada inminente del invierno el ACNUR en conjunto con organismos humanitarios de Naciones Unidas (ONU) solicitaron 487.9 millones de dólares para hacer frente a la crisis de personas que llegan en condiciones muy vulnerables, indicó Moumtzis.

 

Subrayó que de esta cifra “hemos recibido 141 millones, lo que representa sólo el 29 por ciento”.

 

“Estamos en una carrera contra el tiempo”, señaló el funcionario quien mostró su preocupación por la llegada del invierno y la necesidad de acondicionar los campamentos ya que mucha gente seguirá viviendo en tiendas de campaña para esas fechas. “Se necesita ayuda, es crucial”, llamó ACNUR.

 

“Nos estamos quedando sin tiempo para acondicionar campamentos para el frío y ofrecer una asistencia adecuada, es urgente que recibamos los fondos, afirmó Moumtzis, quien agregó que toma varias semanas levantar los campamentos y tan sólo unas horas llenarlos de gente que viene aterrorizada y que lo han perdido todo.

 

“Algunos de los recién llegados se han desplazado de un lugar a otro muchas veces antes de salir de Siria. Vienen con lo puesto. Necesitan asistencia humanitaria desde el primer día”, describió.

 

Moumtzis encomió a los gobiernos de Turquía, Líbano, Jordania e Irak por la generosidad prestada a los refugiados sirios y por mantener sus fronteras abiertas, especialmente las de Turquía y Jordania que son las más transitadas.