El presidente mexicano, Felipe Calderón, urgió a los países consumidores de drogas que detengan el flujo de fondos al narcotráfico y exigió a las Naciones Unidas que promueva un debate en torno a formas alternativas para combatir ese flagelo.

 

Al participar en el debate de la 67 sesión de la Asamblea General de Naciones Unidas, y con tono inusualmente enérgico, Calderón dijo que “si los países desarrollados que consumen toneladas y toneladas de drogas no pueden o no quieren reducir su consumo, al menos que detengan el flujo exorbitante de dinero con el que consumidores financian la muerte de miles de jóvenes”.

 

“Y si eso no se puede (lograr), es el momento de explorar alternativas diferentes al propósito de reducir el consumo” y es momento de abrir un “profundo” debate internacional para hacer un balance del actual “enfoque prohibicionista”, expresó Calderón en su discurso de despedida. “Las enormes ganancias derivadas del mercado negro, provocado por la prohibición, han exacerbado la ambición de los criminales”, dijo Calderón, quien siempre se ha opuesto a la legalización de las drogas.
Agregó que había llegado el momento de que las Naciones Unidas “no sólo participen en este análisis, sino de que encabecen un profundo debate internacional”.

 

“Urjo, exijo a las Naciones Unidas que no sólo participen sino encabecen una discusión a la altura del siglo XXI”, que explore “enfoques nuevos y eficaces”.

 

“Ya que la ONU aporta soluciones para vencer problemas globales, se ocupa de las hambrunas en el mundo o del cambio climático, es hora de que entre en acción para detener esta ola de muerte”, afirmó Calderón, quien lamentó que América Latina se haya convertido en la región más violenta del mundo por culpa de las drogas.
“El balance debe examinar con honestidad cuáles pueden ser esas alternativas. Explorar específicamente alternativas regulatorias o de mercado, que nos permitan saber si son verdaderas alternativas”, manifestó el mandatario mexicano, hablando horas antes que su colega de Guatemala, Otto Pérez Molina, quien se prevé expondrá la necesidad de explorar la legalización de las drogas para quitar incentivos a los narcotraficantes.

 

Fue el último discurso que pronuncia Calderón ante la ONU, ya que en diciembre entregará la presidencia a su sucesor Enrique Peña Nieto.

 

Calderón aprovechó la tribuna para hacer un llamado por fortalecer a la ONU “desde adentro”, y advirtió que la “parálisis” del Consejo de Seguridad ante crisis como la de Siria “debe relanzar nuestra voluntad política” para avanzar en esa transformación.

 

Ante jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo, el titular del Ejecutivo mexicano subrayó que una primera tarea en esa dirección es lograr una reforma realista y democrática del Consejo de Seguridad, para hacerlo más representativo y preservar su capacidad de acción, mediante el mejoramiento de sus métodos de trabajo y la rendición de cuentas por parte de sus miembros.

 

Por ello, México celebra que el tema central de este periodo de sesiones de las Naciones Unidas sea la solución pacífica de controversias, “una cuestión crucial para la convivencia civilizada y la cooperación entre naciones”.

 

“México es una nación comprometida con la concertación de acuerdos para la construcción de un mundo mejor. Nos preocupa la debilidad o inacción de nuestras organizaciones ante las violaciones flagrantes al derecho internacional”, expuso.

 

Con su participación en la ONU, el presidente Calderón dio por terminada su visita de trabajo a Estados Unidos, en la que estuvo en Washington y Nueva York, para volver a la Ciudad de México por la noche.  AP, EFE y Notimex