Después de que el Museo de Van Gogh, en Amsterdam, cerró el domingo por la noche, un grupo de hombres le quitaron los sensores de alarma a algunas de las obras más famosas de Vincent Van Gogh, incluyendo los Girasoles, los Irises y la célebre y retorcida Habitación, y seguido retiraron rápidamente las pinturas de las paredes del museo.

 

Por suerte no eran ladrones, sino curadores preparándose para transportar las piezas a una locación temporal al otro lado de la ciudad, donde se presentarán los próximos siete meses mientras el museo es remodelado.

 

En total 75 piezas, lo mejor de la mayor colección de arte de Van Gogh, se mudarán al museo Hermitage, una filial del Museo Estatal de Arte Ruso en Amsterdam.

 

Tras ser empacadas con múltiples capas de protección, fueron colocadas en camionetas y escoltadas por la policía. La ruta que siguieron se mantuvo en secreto hasta el último momento.