Teherán. Estados Unidos negó 20 de los 160 visados solicitados desde hace dos meses por el Gobierno de Irán para la delegación que acompaña al presidente, Mahmud Ahmadineyad, a Nueva York para asistir a la Asamblea General de la ONU.

 

Según informó hoy la agencia local de noticias Fars, entre las personas que no recibieron el visado hay dos ministros, a los que no se identifica, y otros dos altos cargos del Gabinete de la Presidencia, además de algunos periodistas y varios agentes de seguridad.

 

Los dos altos cargos de la Presidencia son identificados como Mohamad Yafar Behdad, secretario político de la Oficina Presidencial, y Mohamad Sheijan, encargado del Centro de Información de la Presidencia.

 

La agencia recuerda que no es la primera vez que Estados Unidos niega el visado para asistir a reuniones de la ONU a miembros de delegaciones oficiales iraníes.

 

Estados Unidos ha impuesto sanciones a Irán por su programa nuclear y entre ellas están las prohibiciones de viaje a un buen número de personas relacionadas con el régimen islámico de Teherán, aunque para la asistencia a las reuniones de la ONU existen otras reglas.

 

Los medios locales informaron este sábado, además, de que Ahmadineyad partió para Nueva York acompañado por una delegación en la que se encontraban los ministros de Exteriores, Alí Akbar Salehi, la de Salud, Marzie Vahid Dastyerdi, el de Agricultura, Sadeq Jalilian, y el de Urbanismo, Ali Niczad.

 

Además, Fars ha precisado que más de 150 agentes de seguridad se encargarán de proteger al presidente durante esta visita, en la que será la octava y última participación de Ahmadineyad en la Asamblea General de Naciones Unidas como jefe de gobierno.

 

Los iraníes están llamados a las urnas en junio de 2013 para renovar la presidencia, opción a la que no puede optar Ahmadineyad al haber agotado los dos mandatos que permite la Constitución del país.

 

En su comparecencia ante la Asamblea de la ONU en septiembre de 2011, el polémico presidente iraní puso en duda el Holocausto judío y las circunstancias de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, lo que causó el abandono del hemiciclo de las representaciones de diversos países occidentales.

 

Sus comentarios también le valieron una amonestación del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien le dijo que “Naciones Unidas debería ser respetada como foro para promover la tolerancia, el respeto mutuo y el entendimiento entre culturas y calificó de inaceptables sus palabras”.